Desde hace dos semanas, el distrito de Merlo y las estaciones del ex ferrocarril Sarmiento de Moreno, Paso del Rey e Ituzaingó, y hasta en Once, se han visto inundadas con un volante apócrifo, que por supuesto ningún fiscal de oficio se ha dignado a investigar.
Este material, que ha sido desparramado en las calles céntricas y estaciones y frente a los locales del Partido Obrero de Merlo y Moreno, vuelve a la carga con una serie de patrañas e infundios contra nuestro partido. Nos ataca como agentes de la CIA y nos vuelve a responsabilizar por el incendio de los trenes. El volante sale en momentos en que estamos realizando una campaña pública en el distrito y recogiendo firmas en la batalla por recuperar la personería electoral en la provincia. Tiene como función desacreditar a nuestra organización a los ojos de la población.
Pero, asimismo, muestra el temor de Othacehé a la incidencia que está teniendo nuestra organización en las luchas y movilizaciones en Merlo y la Zona Oeste. De otra forma, no se explican tantas energías en un partido que tildan de "minoritario y marginal".
Es el método del ataque cobarde de quienes no pueden mandar a sus militantes a distribuir un volante a cara descubierta y enfrentando a los vecinos.
Cada día que pasa Othacehé tiene menos cosas que ofrecer. No alcanza con que "Cristina" venga a Merlo, como ocurrió recientemente, y declare a los medios que apoya la creación de la Universidad Nacional del Oeste. A Raúl Othacehé se le están acabando los padrinos: en este caso, un gobierno quebrado, amenazado por la cesación de pagos, que no está en condiciones de salir en auxilio de la provincia ni de los municipios, cuyas finanzas están en rojo.
Por último (y no por eso un detalle menor), transcurridos dos meses y medio de los incidentes, no hay ninguna prueba ni acusación contra el Partido Obrero ni contra sus militantes en la causa por la quema de los vagones. En cambio, los medios periodísticos zonales han divulgado denuncias que comprometen al intendente.
Invitamos a todos los partidos políticos del distrito, a las organizaciones barriales y piqueteros, a los sindicatos y agrupaciones a la jornada que realizaremos en el Centro Universitario de Merlo el sábado 29, por la defensa de las libertades democráticas en el distrito, con testimonios, mesas redondas y debate de nuevas acciones.
Todos el sábado 29 a la jornada en defensa de las libertades democráticas.
sábado, 22 de noviembre de 2008
martes, 4 de noviembre de 2008
"El video maldito que oculta Othacéhe"
Con ese título el portal 24con.com denuncia la negativa de la televisora local de Merlo a entregar a la justicia un video de los incidentes que culminaron con la quema de los vagones del Sarmiento. En efecto, una cámara de Televisora Privada del Oeste (TPO), pudo hacer tomas desde cerca: "El fuego avanzando rápidamente, la gente escapando despavorida por las escaleras, vidrios estallando por la presión del calor dentro de los vagones, entre otros terrores. Esto y, mucho más, posee la cinta en poder de TPO", según describe el portal. Ese video es reclamado hasta por el Ministerio del Interior. "¿A quiénes protege el intendente de Merlo que lo mantiene bajo siete llaves?", se interroga el portal.
Las imágenes se habían emitido en vivo y en directo en aquella oportunidad. Quienes lograron verlas dieron aviso a periodistas de distintos medios; 24CON se embarcó en una ardua tarea para conseguir la grabación.
24CON supo que el personal de TPO llegó a la estación de Merlo minutos antes de que comenzara el siniestro. El medio informante comenta también sus peripecias para tomar contacto con el canal y para obtener, infructuosamente, la información.
Entre otras cosas, comenta que llamaron "al responsable de prensa, Víctor Rumbolo, quien nunca quiso atendernos. Sin otra opción, dejamos nuestro número y nuestra inquietud a su secretaria, Elsa, quien prometió que, tras una reunión de Rumbolo con los directivos de TPO, íbamos a obtener una respuesta".
Ante la demora, agrega, "fuimos hasta Merlo, a la fuente de información: TPO, ubicada en Presidente Perón, debajo del puente de Merlo, a escasas cuadras del Palacio Municipal. Allí nos anunciamos a la puerta del canal, donde nunca nos invitaron a ingresar. Pedimos hablar con un directivo, pero un empleado apareció y nos informó: ‘Tenemos órdenes de que no salga nada de acá'. Y, como alertaron algunos colegas que conocen bien la zona, resulta que el propio jefe comunal es quien controla los medios de comunicación locales. ‘Nada se hace sin su consentimiento'...", fue la respuesta que obtuvieron los periodistas del medio que vienen investigando estos episodios.
Las personas que los atendieron se negaron a dar precisiones sobre quiénes eran los responsables del canal, aunque, poco después, 24CON "pudo saber que Juan Martín Rinaldi es uno de ellos y que el miedo general reside en que TPO habría captado a la que sería la ‘patota' del intendente, Raúl Othacehé, actuando en los incidentes de TBA".
Pasadas varias semanas, no hay ninguna prueba ni acusación contra José María Escobar. Se ha confirmado lo que venimos denunciando desde un principio: que se trataba de una provocación orquestada desde el gobierno nacional con la complicidad del gobierno municipal. Estas graves denuncias dan indicios de quiénes habrían sido los promotores del atentado y de sus jefes políticos. Los responsables del canal local deben ser llamados a declarar y obligados a aportar ese valioso material a la causa. Hay que desenredar la madeja cuyo hilo conductor nos lleva al intendente y a su aparato.
El Concejo Deliberante, muy rápido a la hora de condenar a José María Escobar, se ha llamado a silencio. Lo mismo ocurre con los llamados opositores. Convocamos a todos los partidos y organizaciones populares y sociales del distrito a denunciar estos hechos y reclamar en común el esclarecimiento del caso y colocar en el banquillo de los acusados a los verdaderos responsables, materiales e intelectuales, de los incidentes.
Pablo Heller
Las imágenes se habían emitido en vivo y en directo en aquella oportunidad. Quienes lograron verlas dieron aviso a periodistas de distintos medios; 24CON se embarcó en una ardua tarea para conseguir la grabación.
24CON supo que el personal de TPO llegó a la estación de Merlo minutos antes de que comenzara el siniestro. El medio informante comenta también sus peripecias para tomar contacto con el canal y para obtener, infructuosamente, la información.
Entre otras cosas, comenta que llamaron "al responsable de prensa, Víctor Rumbolo, quien nunca quiso atendernos. Sin otra opción, dejamos nuestro número y nuestra inquietud a su secretaria, Elsa, quien prometió que, tras una reunión de Rumbolo con los directivos de TPO, íbamos a obtener una respuesta".
Ante la demora, agrega, "fuimos hasta Merlo, a la fuente de información: TPO, ubicada en Presidente Perón, debajo del puente de Merlo, a escasas cuadras del Palacio Municipal. Allí nos anunciamos a la puerta del canal, donde nunca nos invitaron a ingresar. Pedimos hablar con un directivo, pero un empleado apareció y nos informó: ‘Tenemos órdenes de que no salga nada de acá'. Y, como alertaron algunos colegas que conocen bien la zona, resulta que el propio jefe comunal es quien controla los medios de comunicación locales. ‘Nada se hace sin su consentimiento'...", fue la respuesta que obtuvieron los periodistas del medio que vienen investigando estos episodios.
Las personas que los atendieron se negaron a dar precisiones sobre quiénes eran los responsables del canal, aunque, poco después, 24CON "pudo saber que Juan Martín Rinaldi es uno de ellos y que el miedo general reside en que TPO habría captado a la que sería la ‘patota' del intendente, Raúl Othacehé, actuando en los incidentes de TBA".
Pasadas varias semanas, no hay ninguna prueba ni acusación contra José María Escobar. Se ha confirmado lo que venimos denunciando desde un principio: que se trataba de una provocación orquestada desde el gobierno nacional con la complicidad del gobierno municipal. Estas graves denuncias dan indicios de quiénes habrían sido los promotores del atentado y de sus jefes políticos. Los responsables del canal local deben ser llamados a declarar y obligados a aportar ese valioso material a la causa. Hay que desenredar la madeja cuyo hilo conductor nos lleva al intendente y a su aparato.
El Concejo Deliberante, muy rápido a la hora de condenar a José María Escobar, se ha llamado a silencio. Lo mismo ocurre con los llamados opositores. Convocamos a todos los partidos y organizaciones populares y sociales del distrito a denunciar estos hechos y reclamar en común el esclarecimiento del caso y colocar en el banquillo de los acusados a los verdaderos responsables, materiales e intelectuales, de los incidentes.
Pablo Heller
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