jueves, 22 de marzo de 2012

24 DE MARZO

Este sábado nos juntamos en Cámpora 2161, Merlo Norte a las 14hs para movilizarnos a 36 años del comienzo de la dictadura militar contrarrevolucionaria más sangrienta y destructiva.
Vamos a reclamar, en primer lugar, cárcel común y efectiva para los militares genocidas y sus cómplices civiles, a quienes los gobiernos posteriores a 1983 intentaron salvar en esos años con la Obediencia Debida, el Punto Final ......y los indultos!
Vayamos por los desaparecidos de ayer y hoy!
Vayamos por Mariano Ferreyra, por Julio López y por las victimas de la mascre de Once!
Vamos contra la ley antiterrorista!
¡Basta de ajuste, saqueo, espionaje y represión!
Este 24 de Marzo, la Plaza debe ser de los que luchan y no de los que quieren utilizar la memoria para mantener el mismo orden social que impusieron los genocidas.
Este 24, te invitamos a marchar en la columna del Frente de Izquierda.
 

Smata: huelga y corte de ruta de Petinari Merlo

Los trabajadores de Petinari Merlo, al cierre de esta edición, cortaban la ruta 200, en protesta por la deuda de tres quincenas que la patronal mantiene con ellos. El paro y corte comenzó el viernes 16. Anteriormente habían comenzado con quites de colaboración pero, frente a la negativa de la empresa, extremaron las medidas de fuerza.
La bronca ya estaba en aumento por diferentes atropellos de la patronal. El no pago de salarios fue la gota que rebalsó el vaso. El viernes último, la empresa anunció que podía efectuar un pobrísimo pago de 300 pesos para sólo 50 obreros, medida que éstos rechazaron. Igualmente se repartieron los pagos en cheques, los que además de ser por una suma miserable, los compañeros se encontraron con que no tenían fondos: en ese momento comenzaron con el paro y el corte de ruta.
La empresa aduce un “mal manejo de inversiones”. También dijeron que el Estado dejó de pagar el 14% que retribuía a la patronal por cada unidad de acople vendida. Sin embargo, los trabajadores denuncian que “son todas excusas para no poner la plata” y que, además, “la producción está, unidades para seguir trabajando hay”, también señalan la gran cantidad de acoplados que se encuentran en la fábrica.
Asimismo, hay otras reivindicaciones postergadas, como los comedores que no están terminados (lo que los obliga a comer a la intemperie; los turnos rotativos); las vacaciones impagas de algunos compañeros y otros a quienes ni siquiera les fueron dadas aún; la falta de recategorización. Además denuncian que la empresa siempre rompe el convenio, ya que el atraso en el pago de los salarios es moneda corriente.
El PO de Merlo apoya con todo esta lucha y difunde el conflicto. El Smata ha dado su apoyo formal a la lucha, claro que como están las cosas, se requiere que esta fábrica de 350 obreros -la más importante de Merlo- tenga el apoyo de todo el gremio a través de un plan de lucha con movilizaciones, para llevar el conflicto a la victoria.

Corresponsal

jueves, 1 de marzo de 2012

Frente a la masacre de Once: el pueblo de Merlo se pone de pie

Ni bien llegó la noticia de lo ocurrido en la estación de Once, la bronca de los vecinos de Merlo no tardó en manifestarse. En la plaza principal, frente a la estación del ferrocarril, el Partido Obrero distribuyó una declaración sobre la necesidad de expulsar a Cirigliano del Sarmiento para organizar el ferrocarril bajo control de los propios trabajadores y usuarios, que fue recibida por muchísimos trabajadores, jóvenes, y vecinos furiosos por el crimen de once.

La bronca aumentaba en la medida en que los responsables políticos no se hacían cargo, mientras Lucas Menghini Rey no aparecía. Después de dos días de producida la masacre de Once, encuentran el cuerpo de Lucas en uno de los vagones del tren que se cobró la vida de otras 50 personas. La indignación iba aumentando en el distrito, donde también sufrimos la pérdida de una compañera que estaba realizando sus estudios en el Instituto 29, en el cual venimos emprendiendo una lucha enorme contra la regimentación de Othacehé, y en defensa de la educación publica. Allí volanteamos el volante que sacó el Partido para todo el país que se titula "Un crimen contra el pueblo".

El sábado por la mañana una delegación de compañeros fue a llevar sus condolencias a los familiares de Lucas y acompañó a todos sus allegados en la Marcha de las velas para homenajear a Lucas y a todas las víctimas de la masacre, e iniciar una lucha popular por el juicio y el castigo de todos los responsables. Muchos comentaban que el caso de Lucas les recordaba al asesinato de Mariano Ferreyra. La generación de Mariano y la de Lucas es la misma, es la que pretende terminar con las situaciones de injusticia a las que nos somete el régimen actual. Es la generación que expresa de mil maneras su lucha, su bronca: con la música, la pintura, la militancia, etc.

En este contexto, el mismo día sábado 25 por la tarde, varios compañeros (megáfono en mano y con el volante "un crimen contra el pueblo") no dieron a basto para vender la "Prensa Obrera" y para recibir las cientos de firmas que los merlenses se dispusieron a impulsar para que "Schiavi y Cirigliano se vallan de TBA".

Indudablemente, el pueblo de Merlo se puso de pie, y junto al Partido Obrero librará una lucha para encarcelar a los culpables de las muertes obreras: "como hicieron con Pedraza, así tenemos que hacer con los verdugos de TBA".

Mauro

Othacehé: otra contra los trabajadores y usuarios del ferrocarril

Para defender nuevamente a TBA-Cirigliano

Othacehé, el intendente de Merlo se ha sumado a los funcionarios K que han salido nerviosos de estas horas a tratar de diluir su responsabilidad política frente a la masacre de Once. Sumándose a los intentos de Schiavi y Garré de responsabilizar a las victimas del incidente, Othacehé volvió a un recurso del que los K ya han hecho uso y abuso. El intendente del FPV reivindicó el servicio de y pidió que se persiga a "la izquierda trotskista" por "sabotaje". La persecución a los trabajadores, la izquierda y los derechos humanos son un clásico de Othacehé, ya que en reiteradas ocasiones, el intendente de Merlo ha salido a defender los intereses del grupo Cirigliano, que no ha invertido en el ferrocarril un solo peso, con el objetivo de aumentar sus negociados en otras empresas de transporte como Ecotrans. El fascista de Merlo es tan socio de los negocios de Cirigliano como el gobierno nacional.

Cuando se produjo la quema de trenes, desde el poder local en Merlo junto al gobierno nacional, también arremetieron contra el Partido Obrero, acusando con el dedo públicamente, en cadena nacional a un militante e histórico luchador del pueblo merlense. Como siempre, sin pruebas, con el solo objetivo de evitar condenar a los verdaderos responsables de mantener el sistema ferroviario en tan pésimo estado y desdibujar la complicidad del Estado frente al desguazamiento del ferrocarril. Por esa operación contra José María Escobar y contra el Partido Obrero hemos llevado a los tribunales a Othacehé, a Aníbal Fernández y a C5N. La historia se repitió una vez más (como tantas) con la causa truchísima contra Sobrero de la Unión Ferroviaria del Sarmiento que intentó hacer andar el gobierno nacional el año pasado.

Othacehé esta en sintonía con la política oficial K y el proyecto X de la Gendarmería, en el sentido de investigar y espiar a los que luchan, a los que nos organizamos contra el régimen que asesina a los obreros. En nuestro distrito cuatro jóvenes (Lucas, Tatiana, Sofía y Sabrina) pagaron con sus vidas el negociado de los Cirigliano y los políticos que los defienden y amparan. La importante movilización del sábado en Padua muestra una gran decisión de luchar entre los trabajadores y la juventud, hartos de este estado de las cosas. La organización independiente nos debe llevar a conseguir el juicio y castigo a todos los responsables y el cese del control ferroviario a la concesionaria TBA, para que los trabajadores y usuarios podamos gestionar nuestro tren al servicio del pueblo.

Mauro Spina

DE TECNOPOLIS A LA TRAGEDIA DE ONCE

La tragedia de Once es una responsabilidad criminal y política de los capitalistas concesionarios y del gobierno.

Durante diez años lucraron con las privatizaciones del menemismo, con subsidios millonarios y nuevos negocios.

Asociada a la malversación de los capitalistas y funcionarios públicos, la burocracia sindical se convirtió en empresaria del ferrocarril privatizado.

Las cincuenta y un muertes de Once no sólo condenan a un sistema de transportes, sino también a un régimen y a una organización social que ha dejado al transporte en ruinas, al país sin reservas de petróleo y de gas, al presupuesto nacional sin recursos y vaciado a la Anses y al Banco Central.

Los que venían a enfrentar a la década "neoliberal", vinieron a salvar a los socios de Menem y a enriquecerse.

Ahora que los recursos para seguir subsidiándolos se terminaron, el gobierno los quiere premiar con tarifazos.

El gobierno amenaza ahora con intervenir a YPF o a TBA, no para afectar el poder económico de los monopolios, sino para rescatarlos de la debacle.

El régimen que montó la fachada de Tecnópolis ha mostrado su verdadera cara en el desastre de Once.

Reclamamos juicio y castigo a los responsables, junto a los docentes en huelga, a los pueblos que se movilizan contra los monopolios megamineros, a los demócratas que manifiestan contra la ley antiterrorista y el espionaje de Garré.

Plaza Once, estación terminal

La sintonía fina y la cuerda floja

La masacre ferroviaria ha operado como una especie de estallido de las contradicciones insalvables del régimen político actual. Luego del famoso 54% de votos en octubre, el gobierno enfrenta una crisis de conjunto. El miércoles pasado ocurrió algo de mayor alcance que la demostración de que el régimen de emergencia económica, puesto en marcha en 2002/2003, tropezó con su estación terminal. Quedó expuesta la definitiva imposibilidad de gobernar por parte de la camarilla que entrelaza al núcleo K con las privatizadas (las que fueron pasando a manos de los ‘capitalistas amigos') y la burocracia sindical (convertida en operadora empresarial). CFK no pudo abrir la boca después de la tragedia, porque -aún hoy- es incapaz de trazar una salida al derrumbe del transporte sin comprometer, en forma definitiva, las alianzas que forman su base última de gobierno.

Luis D'Elía dijo que el régimen K necesita una ‘perestroika' -en referencia a la restructuración del sistema que intentó desarrollar el entonces jefe de gobierno de la desaparecida Unión Soviética, Mikhail Gorbachov. D'Elía no recordó que el detonante de ese giro fue el estallido de la central nuclear de Chernobyl, en Ucrania, el cual dejó en claro que la burocracia soviética había llegado a su estación terminal. El ex piquetero K olvidó, también, que la ‘perestroika' falló de un modo miserable en rescatar al régimen burocrático.

Incluso una semana después de la tragedia de Once, CFK no tuvo más remedio que patear la pelota afuera con una falsa exigencia a la Justicia para que aclare responsabilidades en quince días -una maniobra que duró solamente 24 horas-, porque al otro día intervino el Sarmiento (increíblemente por los mismos quince días). El juez Bonadío aclaró que esa demanda era imposible de cumplir. Un fiasco fenomenal en medio de un océano de llantos. La trama que mató a 51 trabajadores y dejó heridos a varios centenares más es la misma que se manifestó en octubre de 2010, cuando fue asesinado nuestro compañero Mariano Ferreyra. En aquella ocasión, el gobierno y sus intelectuales (y hasta algunos izquierdistas) culparon a la víctima -sea Mariano o nuestro partido-, algo que se repite ahora y fue denunciado con vigor por la madre del joven Lucas.

Cuando la Presidenta, en Rosario, se lamentó por el estado de los ferrocarriles, por la crisis energética y hasta por el pago de los bonos de deuda de 2012 -"por eso no hay plata"-, simplemente se declaró víctima de su propia política. Es una contradicción sin salida, que demuestra el agotamiento de sus recursos y métodos de gobierno.

Camarilla oficial

El entrelazamiento entre los privatizadores y la camarilla oficial no podría ser mayor. Un entramado de negocios y contratos unió, por un lado, a los capitalistas concesionarios o contratistas y, por el otro, a un gabinete de lobbystas. Lo demuestran los vínculos de Jaime con Cirigliano, de Boudou con Ciccone, de Débora Giorgi con las armadurías electrónicas fueguinas y de De Vido con la mayoría de la Unión Industrial. En esto ha consistido la mentada "reconstrucción de la burguesía nacional".

El compromiso oficial con los Cirigliano y otros explica el silencio de la Presidenta después del desastre y, finalmente, los términos de su discurso en Rosario. Después de decenas de accidentes fatales y de los dictámenes de la Auditoría y de los entes reguladores sobre TBA, Cristina Kirchner se supeditó a los peritajes judiciales, que le demostrarán lo que ya sabe. El gobierno de la "primera trabajadora" (como se autodenominó en la cancha de River, en octubre de 2010) endilga la culpa al maquinista. En lugar de terminar con Cirigliano -algo que podría haber hecho de inmediato-, convoca a la ‘justicia' para aminorar la responsabilidad de TBA. Es que una condena a Cirigliano es una condena al gabinete nacional y al conjunto de contratos y negocios, que llegan hasta Qatar. Pero si exonera al pulpo, se incinera políticamente y se expone a una bronca popular. Por eso la izquierda del FpV tiembla, no por otro motivo, ya que sigue ‘solidaria' con ‘su' gobierno. Metrogas y TGN ya pasaron por intervenciones hebdomadarias: "Los interventores ocupan un espacio físico en las oficinas de la compañía, piden información y tienen participación en algunas discusiones, pero casi nunca en las decisiones" (Cronista, 28/2).

Los que nos criticaron cuando caracterizamos que, luego de los comicios, se había abierto una etapa de crisis política, están recibiendo una soberana lección (de nuevo).

¿Qué hacemos ahora con el tarifazo y las paritarias?

El derrumbe del "régimen de emergencia" se había puesto de manifiesto con el "ajuste" anunciado en diciembre. El tarifazo se presenta, ahora, como una dádiva a los responsables de la masacre (o en el caso de los combustibles, a los ejecutores del vaciamiento energético). Para salir de este laberinto, vuelven a la carga quienes aconsejan ‘normalizar' las cuentas con la banca internacional. Los banqueros del mundo ya han demostrado que solamente ‘socorren' a los que entregan sus activos. Por eso no hay nadie más ‘nacional y popular' que un Cirigliano: con los subsidios, compró empresas de colectivos que monopolizan el transporte, y hasta negocia con los ultra corruptos gobiernos del Golfo Pérsico o de Omán.

El oficialismo de izquierda se ilusiona con intervenciones o con una estatización de TBA o de YPF. Pero, ¿qué otra cosa sería una nacionalización K sino una extensión del régimen de subsidios y cometas llevado al extremo? El gobierno no se atreve a dar semejante paso. No por falta de plata, como se dice, sino esencialmente por vértigo: teme ingresar en un agujero negro. Otra cosa es una nacionalización ejecutada por los trabajadores, que insertaría la modernización ferroviaria y la industrialización en general en el marco de una restructuración social y política de conjunto. Un impulso a la inversión ferroviaria o petrolera exige echar mano de los fondos que hoy se lleva la deuda pública usuraria, de las rentas mineras o del manejo del comercio exterior (en manos de monopolios capitalistas), así como de las ganancias extraordinarias del capital.

El intervencionismo oficial, por sus métodos, sólo puede conducir a un mayor despilfarro. El choque entre el gobierno y Repsol dejó al desnudo la quiebra del oficialismo con el Cirigliano del rubro, el grupo Eskenazi. La burguesía oficialista se desintegra desde adentro. El K de Neuquén, el gobernador Sapag, acaba de proclamar su solidaridad con Repsol, en momentos en que los K movilizan a los gobernadores contra la petrolera. Sapag quiere una tajada mayor de la renta petrolera para los pulpos, bajo la forma de los programas Gas y Petróleo Plus -un invento del gobierno nacional que ahora retiró de la góndola.

Se estrelló la ‘sintonía fina'

El ‘ajuste' en los ferrocarriles no vino de la mano hábil de un cirujano experto -la ‘sintonía fina'-, sino de una tragedia humana. No es la única contradicción entre el relato y la realidad: también disminuirán las frecuencias y se abarrotarán las líneas de colectivos, como ya lo admitió De Vido. La ‘sutileza' de la que alardeó la Presidenta lleva de cabeza a un caos urbano y a inmensos sacrificios para los usuarios.

El desastre de Once transcurrió en medio del silencio de Moyano y de los ‘progres' de la CTA Micheli. Ante un hecho crucial, volvieron a demostrar que no son una oposición o alternativa al gobierno kirchnerista.

La conmoción producida por la masacre de Once se da en el marco de numerosas manifestaciones de lucha, como los piquetes y puebladas contra los monopolios de la megaminería (otro de los pilares del ‘modelo oficial'). En los días que siguieron a la masacre, las asambleas docentes en todo el país repudiaron las ofertas salariales del gobierno y han colocado en crisis a la ‘paritaria testigo'. Es necesario preparar en forma sistemática -mediante el esclarecimiento, la lucha y la organización- una alternativa política de la clase obrera, o sea anticapitalista y socialista.

Marcelo Ramal

Una lista antiburocrática para recuperar el sindicato gráfico

Al cierre de estas líneas se estaba inscribiendo la Lista Naranja-Bordó para disputar el gremio gráfico el próximo 20 de abril, encabezada por Miguel Bravetti (Interpack) y Pablo Viñas (AGR Clarín).

La lista, que disputará un gremio de 13.500 afiliados -y muchos más sin afiliación-, es el resultado de una intensa batalla política. Se impuso la orientación del frente único contra la burocracia. La lista agrupa a 31 talleres a nivel de sus cuerpos de delegados y a un sinnúmero más de activistas de otras empresas.

La incorporación de tres internas de la agrupación Bordó (PTS, independientes) a la histórica Lista Naranja quiebra una maniobra de la burocracia, que intentó autorizar la presentación de listas que no reunieran las condiciones que impone el estatuto proscriptivo del sindicato, con la obvia finalidad de impedir la formación del frente antiburocrático. La camarilla de Ongaro, muy dividida, buscaba adicionalmente neutralizar con esto las filtraciones en sus filas hacia la oposición, o incluso contener la presentación de otra lista oficialista. Es indudable que gravita en este resultado el impacto que ha producido el Frente de Izquierda en el escenario político y en el movimiento obrero. La recuperación de la interna de Clarín para el clasismo ha conmovido a las bases del sindicato y propinado un golpe descomunal a la burocracia. La Naranja-Bordó integra a los talleres y fábricas más grandes, a diarios y a la emblemática interna de AGR Clarín, así como a dirigentes históricos como Néstor Pitrola, que va como primer vocal y primer congresal.

A luchar ahora por la oficialización de la Naranja-Bordó.

Viernes 1º, a las 16 hs, nos movilizamos de Once a Plaza de Mayo

• Cárcel a los responsables de la masacre de Once. Comisión investigadora independiente.

• Fuera Schiavi, Luna, TBA y todos los concesionarios ferroviarios.

• Juicio y Castigo a Pedraza y a todos los responsables del asesinato de Mariano Ferreyra.

• Reestatización de los FFCC de pasajeros y carga bajo control de los trabajadores.

• No pago de la deuda externa, para financiar la reestructuración económica.