jueves, 16 de abril de 2009

Al intendente de Merlo no le alcanza con cerrar centros universitarios y andar judicializando y patoteando a estudiantes y docentes; además se jacta de ello. Es así como, en la revista distrital de febrero, podemos ver a un sonriente Othacehé estrechando la mano del también sonriente rector de la UBA, Rubén Hallú. ¿De qué se ríen? De que en el distrito de Merlo ya no hay sede de la Universidad de Buenos Aires.

Hasta que los estudiantes no desenmascararon los intereses políticos y punteriles del intendente, Othacehé dijo no tener responsabilidad en el cierre de la casa de estudios. Mentira; pensó que presionando con el cierre del CUM, su amiga Kristina le iba a dar el ok para su universidad particular, que no será otra cosa que una gran caja para sostener el clientelismo político. Pero, frente a la crisis mundial, los Kirchner tienen que salir al rescate de los grandes capitalistas y pagar la deuda externa. Si el "vasco" quiere la guita, que espere sentado.

Fracasada su maniobra de "yo no fui", arremetió con el ya conocido "clientelismo" y puso a sus punteros a llamar a los estudiantes, casa por casa, a ofrecerles una limosna para que abandonaran la lucha. Tampoco sirvió de nada, porque Othacehé no entendió que los estudiantes no son mendigos; tampoco lo entiende ahora. A comienzos de marzo, las familias trabajadoras que no podían acceder a la canasta escolar tenían la oportunidad de recibir las dádivas de Mónica Othacehé con sólo escribir una cartita señalando el nivel de miseria en el que se encuentran y apelando a la benevolencia de la señora del Intendente. El mismo método de la "cartita" recomienda el intendente para subsanar alguno de los tantos déficit de infraestructura escolar. Un dato que ilustra la importancia de la educación para los Othacehé: en la revista distrital la única nota sobre escuelas es la de ¡la escuela infantil de golf! deporte que el intendente gusta realizar en sus ratos de ocio.

Su último recurso, el más brutal y el único que le queda para gobernar, tampoco le sirvió de nada. Más de diez causas judiciales abiertas en Morón contra los estudiantes y un desfile constante de punteros, patotas y policías no pudieron doblegar la gran lucha por la defensa del CBC. Se garantizó la cursada los dos cuatrimestres de 2008 y la toma sólo se levantó cuando los estudiantes le arrancaron al gobierno una nueva sede del CBC en el oeste.

El triunfo de los estudiantes del CUM, de conjunto con padres y docentes, debe ser el puntapié para las demás batallas que es preciso dar:

* Apertura del turno noche en el CBC Moreno, que se dicten todas las carreras y que se habilite la sede para recursantes.
* 30% del presupuesto destinado a educación bajo control de docentes, padres y estudiantes.
* Construcción de todas las escuelas necesarias y reparación de toda infraestructura educativa.
* Becas que cubran la canasta alimentaria y canasta escolar para todos los alumnos.
* Aumento salarial de emergencia del 30% al básico para todos los docentes.
* Basta de aprietes, clientelismo y patotas en Merlo.

Por la defensa de las libertades democráticas en Merlo.

jueves, 9 de abril de 2009

Merlo: campaña contra la criminalización de la política

El intendente de Merlo, Raúl Othacehé, ha iniciado una demanda penal contra los dirigentes del Partido Obrero Jorge Altamira, Néstor Pitrola y Marcelo Ramal por calumnias e injurias. Los compañeros habían denunciado públicamente a Othacehé como responsable de un régimen de persecución política y como lobbista de las grandes patronales, en especial del transporte.
En la respuesta a un reclamo de rectificación, los compañeros respondieron que la denuncia era “una expresión objetiva del accionar de la Intendencia a su cargo, con hechos que venimos denunciando de un modo sistemático”. “La injuria está en los hechos – agrega– no ha sido fabricada subjetivamente.”

“En lugar de quejarse por las injurias –destacamos– usted debería retirar a sus grupos intimidadores de las calles de Merlo, dejar de alentar volantes provocadores sin firma, o en todo caso investigar su origen e intencionalidad, algo que usted nunca ha hecho, de modo que es responsable por acción u omisión. Por nuestra parte nos oponemos a toda forma de censura de la opinión, incluso cuando ella se disfraza de la figura de ‘injurias’. Usted, sin embargo, no se escandaliza de los verdaderos atropellos que cometen los ministros del gobierno nacional, que utilizan los poderes del Estado para montar una campaña macartista, o sea que hacen abuso de su posición para montar campañas persecutorias.” Se trata de una referencia a la campaña de Stornelli, Aníbal Fernández y C5N, para atribuir la quema de un tren del Sarmiento al Partido Obrero.

El señalamiento del Partido Obrero no se trata, por lo tanto, de una denuncia ocasional ante un hecho aislado. Este accionar es parte de una práctica permanente, a la que apela el Municipio, de la que han sido blanco vecinos/as, comerciantes, profesionales, estudiantes y docentes del CUM, médicos/as del Hospital Héroes de Malvinas, remiseros/as, periodistas, trabajadores de Ecotrans y, por supuesto, también los partidos y organizaciones políticas opositoras. Se pretende silenciar toda militancia social y política no coincidente con esta administración municipal y cercenar su legítimo derecho a expresar sus opiniones y pronunciarse políticamente. Así fueron apaleadas las Asambleas Populares de 2002.

Ante cada acontecimiento, el mensaje del Municipio es claro: en Merlo no hay lugar para los adversarios políticos.

Este mismo método se extiende contra la protesta social, frente a cada reclamo, ya sea por falta de vivienda, por el abandono en que se encuentran los hospitales y escuelas, por la expulsión de tierras ociosas ocupadas por trabajadores del distrito, por los bajos salarios y los despidos o por la impunidad e inseguridad en sus zonas liberadas, donde se pone claramente de manifiesto la connivencia existente entre el poder político local, la “maldita policía”, el Poder Judicial Departamental de Morón y hasta el delito “organizado”, así como también su frondosa red de punteros. Raúl Othacehé fue uno de los principales enemigos de la continuidad del CBC en nuestro distrito, llegando incluso a radicar una denuncia en los Tribunales de Morón, y no vaciló en enviar, durante la toma del edificio, “gente de la Municipalidad” con claras actitudes amenazantes e intimidatorias. Sabemos de la campaña montada desde la Municipalidad contra los estudiantes, docentes, padres y organizaciones que colaboraron en la defensa de la continuidad de las cursadas.

Estamos, por lo tanto, ante un caso claro e incuestionable de criminalización de la política, que está instalado como “modus operandi” del gobierno municipal.
Lanzamos una campaña contra la criminalización política y en defensa de las libertades democráticas en Merlo. Llamamos a pronunciarse y respaldar con su firma y su solidaridad a todas las organizaciones populares, partidos y personalidades. Nos dirigimos especialmente a las comisiones internas, delegados y sindicatos a pronunciarse. También a los jóvenes, en primer lugar del CBC, y los colegios que encabezaron la lucha en defensa de su derecho a estudiar. Llamamos al pueblo de Merlo a acompañarnos y a sumarse a esta campaña.
Pablo Heller

jueves, 19 de marzo de 2009

¿Qué pasa con el CBC del Oeste?

El año pasado, una movilización histórica de docentes, padres y estudiantes del CBC de Merlo le arrancó al Consejo Superior de la UBA la resolución 3830. Esa resolución establecía que la Universidad debía abrir una sede del CBC en alguno de los municipios lindantes al ramal del tren Sarmiento ubicados entre Moreno y Morón, con capacidad para albergar al conjunto de las cátedras, docentes y estudiantes que cursaban en el Centro Universitario de Merlo (CUM).

Se necesitaron cuatro meses de toma, decenas de movilizaciones al Municipio de Merlo, al Ministerio de Educación y al Rectorado de la UBA para esta conquista.

La resolución 3830 ofreció una salida a la negativa del intendente, el kirchnerista Raúl Othacehé, de mantener el CBC en Merlo. También vetó la posibilidad de que el Rectorado "recortase" una de las sedes del CBC de la UBA.

El rector Hallú, sin embargo, no se dio por vencido. Aprovechando las vacaciones, y viéndose impedido de cerrar la Sede Oeste, impulsó su desguace. Violentando la resolución 3830, abrió -en reemplazo de la vieja sede de Merlo- sólo cuatro aulas en el distrito Moreno; en el nuevo destino no puede cursarse el turno noche. Excusándose en la falta de espacio, intenta obligar a los docentes y estudiantes del oeste a emigrar a alguna de las otras sedes del CBC, ubicadas a decenas de kilómetros de distancia. La "redistribución" que pretende el Rectorado no es azarosa sino forzosa. Ni los estudiantes remanentes (estudiantes que deben alguna materia, en la mayoría de los casos activistas de la lucha del año pasado) ni los docentes de las materias humanísticas, ni tampoco los de las materias comunes a todas las carreras, podrán dictar o recibir clases en la sede Moreno. Los que lucharon por garantizar la continuidad del CBC en el oeste quedan de esta forma excluidos de su conquista.

En el colmo de la provocación, el Rectorado ofreció que las materias que no se dictarán en Moreno pasaran a cursarse a una nueva sede abierta en ¡San Miguel!

El Rectorado busca quebrar la unidad de los docentes y estudiantes que defendieron la sede oeste del CBC y dividir al activismo surgido en esa fantástica lucha, como paso previo a un nuevo intento de cierre. A pesar de encontrarse en vacaciones, los docentes han mantenido su organización reuniéndose periódicamente en una asamblea conjunta de Moreno y San Miguel. En febrero, derrotaron algunos despidos impulsados por el Rectorado. Mientras tanto, los estudiantes realizan un reempadronamiento de los remanentes para exigir al Rectorado su cursada en Moreno.

La lucha por el CBC en el Oeste continúa. El Rectorado se ha negado a recibir a los docentes y estudiantes que se movilizaron desde Moreno y San Miguel exigiendo que se cumpla la resolución 3830. Es necesario garantizar que la totalidad de los remanentes puedan cursar en Moreno e iniciar un gran plan de lucha por las aulas que faltan para albergar a la totalidad de las cátedras que se dictaban en el CUM. El próximo miércoles 18, en el marco del comienzo de las sesiones del Consejo Superior, la Fuba se movilizará en defensa de este reclamo.
Cristian Henkel

jueves, 5 de marzo de 2009

De nuevo, Othacéhe

En los medios locales comprados por el intendente se muestra el equipamiento de los hospitales y la fiesta de cumpleaños de nuestro gobernante local, a la que asistieron más de 2.000 personas.

En coincidecia con esta propaganda pagada con el dinero público, en los últimos días de la semana pasada, los trabajadores y vecinos de Merlo hemos sufrido otro ataque cobarde y artero.

En efecto, durante febrero, las principales calles de nuestro distrito se encontraron alfombradas con volantes sin firma que, haciendo referencia al Partido Obrero, nos injuriaban, señalando que el financiamiento para nuestra lucha lo recibimos de "El Pentágono y la CIA" (¡!).

Pero, ¿por qué este gasto y despliegue para calumniar a un partido de trabajadores?

El Partido Obrero de Merlo denunció las calamidades que sufren los ciudadanos que deben acudir a los hospitales públicos de nuestra localidad para su atención médica.

Las salas de atención periféricas están vaciadas, no hay ginecólogos ni guardia médica. Los cargos se utilizan como prebendas políticas, ya que los "encargados" no son médicos ni enfermeros sino punteros.

No se entregan anticonceptivos. Para el test de embarazo hay que asistir un día en la semana con la muestra de orina en un frasco esterilizado; si el resultado es positivo, la embarazada tiene la obligación de donar su orina para el laboratorio. ¡Un gran negociado privado!

Los médicos del hospital Eva Perón eran remunerados con un dinero extra que figuraba en los recibos de sueldo, pero que nunca estaba en las liquidaciones. El médico que denunció esta situación fue amenazado y agredido por las patotas que el intendente mantiene en los lugares de trabajo.

La Subsecretaría de Salud Pública se niega a entregar medicamentos neurológicos, con el argumento de que las recetas no fueron emitidas por los hospitales del distrito, pero tenemos una sola médica neuróloga para más de 600.000 habitantes y los turnos de neurología tienen una demora... ¡de dos meses!

No tenemos médicos para atender necesidades básicas como psiquiatría infantil u odontología, donde faltan insumos; ni hablar de prótesis o tratamientos de ortodoncia.

Todos en Merlo sabemos que cuando los médicos nucleados en la Cicop del hospital Héroes de Malvinas denunciaron el estado calamitoso de la salud pública, fueron denigrados con afiches pagados con recursos municipales, que deberían haberse destinado para algunas de las carencias en materia de salud.

En definitiva, el Partido Obrero denuncia que nuestros hospitales no cuentan con las condiciones mínimas de atención, y que estas condiciones se van a agravar ya que, debido a la crisis económica entre Pirelli, Imsa y Petinari, ya son más de 300 los despidos en nuestra localidad. Estas familias que van a carecer de obra social, deberán recurrir al hospital público, que se encuentra colapsado.

No se puede tapar el sol con la mano. A pesar del esfuerzo del intendente por mantener la salud pública al servicio de su aparato clientelar y, probablemente, como parte del financiamiento oscuro del ejército de informantes y patoteros que pululan en los lugares de trabajo y en los barrios, para acallar, mediante amenazas, agresiones, ¿volantes sin firma?, todo tipo de denuncia o intento de organización por parte de los afectados directos, los vecinos y trabajadores de Merlo.

Frente a esta situación, planteamos el siguiente programa:

* Aplicación de la ley de salud reproductiva en los hospitales públicos de Merlo.
* Triplicación del presupuesto de salud, designación de cargos por concurso.
* Basta de persecución a los trabajadores de la salud en Merlo.
* Por la defensa de las libertades democráticas en el distrito.

Llamamos a poner en pie una alternativa de los trabajadores, una alternativa obrera, socialista, para impulsar esta lucha.

José María Escobar