jueves, 5 de marzo de 2009

De nuevo, Othacéhe

En los medios locales comprados por el intendente se muestra el equipamiento de los hospitales y la fiesta de cumpleaños de nuestro gobernante local, a la que asistieron más de 2.000 personas.

En coincidecia con esta propaganda pagada con el dinero público, en los últimos días de la semana pasada, los trabajadores y vecinos de Merlo hemos sufrido otro ataque cobarde y artero.

En efecto, durante febrero, las principales calles de nuestro distrito se encontraron alfombradas con volantes sin firma que, haciendo referencia al Partido Obrero, nos injuriaban, señalando que el financiamiento para nuestra lucha lo recibimos de "El Pentágono y la CIA" (¡!).

Pero, ¿por qué este gasto y despliegue para calumniar a un partido de trabajadores?

El Partido Obrero de Merlo denunció las calamidades que sufren los ciudadanos que deben acudir a los hospitales públicos de nuestra localidad para su atención médica.

Las salas de atención periféricas están vaciadas, no hay ginecólogos ni guardia médica. Los cargos se utilizan como prebendas políticas, ya que los "encargados" no son médicos ni enfermeros sino punteros.

No se entregan anticonceptivos. Para el test de embarazo hay que asistir un día en la semana con la muestra de orina en un frasco esterilizado; si el resultado es positivo, la embarazada tiene la obligación de donar su orina para el laboratorio. ¡Un gran negociado privado!

Los médicos del hospital Eva Perón eran remunerados con un dinero extra que figuraba en los recibos de sueldo, pero que nunca estaba en las liquidaciones. El médico que denunció esta situación fue amenazado y agredido por las patotas que el intendente mantiene en los lugares de trabajo.

La Subsecretaría de Salud Pública se niega a entregar medicamentos neurológicos, con el argumento de que las recetas no fueron emitidas por los hospitales del distrito, pero tenemos una sola médica neuróloga para más de 600.000 habitantes y los turnos de neurología tienen una demora... ¡de dos meses!

No tenemos médicos para atender necesidades básicas como psiquiatría infantil u odontología, donde faltan insumos; ni hablar de prótesis o tratamientos de ortodoncia.

Todos en Merlo sabemos que cuando los médicos nucleados en la Cicop del hospital Héroes de Malvinas denunciaron el estado calamitoso de la salud pública, fueron denigrados con afiches pagados con recursos municipales, que deberían haberse destinado para algunas de las carencias en materia de salud.

En definitiva, el Partido Obrero denuncia que nuestros hospitales no cuentan con las condiciones mínimas de atención, y que estas condiciones se van a agravar ya que, debido a la crisis económica entre Pirelli, Imsa y Petinari, ya son más de 300 los despidos en nuestra localidad. Estas familias que van a carecer de obra social, deberán recurrir al hospital público, que se encuentra colapsado.

No se puede tapar el sol con la mano. A pesar del esfuerzo del intendente por mantener la salud pública al servicio de su aparato clientelar y, probablemente, como parte del financiamiento oscuro del ejército de informantes y patoteros que pululan en los lugares de trabajo y en los barrios, para acallar, mediante amenazas, agresiones, ¿volantes sin firma?, todo tipo de denuncia o intento de organización por parte de los afectados directos, los vecinos y trabajadores de Merlo.

Frente a esta situación, planteamos el siguiente programa:

* Aplicación de la ley de salud reproductiva en los hospitales públicos de Merlo.
* Triplicación del presupuesto de salud, designación de cargos por concurso.
* Basta de persecución a los trabajadores de la salud en Merlo.
* Por la defensa de las libertades democráticas en el distrito.

Llamamos a poner en pie una alternativa de los trabajadores, una alternativa obrera, socialista, para impulsar esta lucha.

José María Escobar

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