Se acabó el latiguillo kirchnerista “si yo fuera camionero quisiera tener a Moyano en mi gremio”. El planteo del 20% para la paritaria del sector, por el papel de Moyano, es un golpe a todo el movimiento obrero. Por ejemplo, los moyanistas de Foetra Buenos Aires, tanto los de CGT como los de CTA –que ahora son más papistas que el Papa– salen al paro general por el 35%, bajo presión de sus bases, y de inmediato se encuentran con este baldazo de agua fría. Lo mismo ocurre con los estatales traicionados por Andrés Rodríguez de UPCN, que les enchufó dos cuotas del 10%. Ni hablar de la UTA, ferroviarios y subtes que tienen reapertura de discusiones en agosto. En un momento crucial, refuerza a la patronal mercantil y a su burocracia contra el activismo del gremio. Moyano fue felicitado por Méndez de la UIA por tranquilizar las aguas, de eso y sólo de eso hablaron en las reuniones para “políticas a largo plazo”.
Las últimas noticias indican que la nota presentada a las patronales camioneras pide dos cuotas que suman el 31%, pero ya no sirve, cuando publicitó el 20%.
Moyano salió a detener la completa instalación en las filas obreras del reclamo del 35%, pero más todavía el proceso de reapertura de paritarias que involucra a Ctera, Luz y Fuerza, bancarios, UOM, gráficos, docentes universitarios. Salió a golpear el movimiento de lucha que recorre ATE por abajo, a golpear los piquetes que paralizaron 14 plantas petroleras en Mendoza en estos días. Indirectamente a aislar la presión obrera en Arcor por la reincorporación de seis represaliados por la gran huelga.
Pero no es menor el golpe al salario en su propio gremio. No olvidemos que camioneros tiene 11 ramas. Por ejemplo, clearing y recolectores tienen un básico de 2.084 pesos, en el caso de los repartidores de cartas perciben un 10% más y comida y viáticos que se gastan junto a las suelas y, lo peor, un adicional por carta repartida en lo que es literalmente la reintroducción del trabajo a destajo. En estas ramas, el reclamo del 20% cayó muy mal, agravado porque dirigentes de varias de estas once ramas no están ya en el país puesto que viajaron a Sudáfrica. En camioneros el nivel de patoterismo y de componenda con las patronales supera los niveles promedio del sindicalismo argentino.
No a los topes de Moyano ni adentro ni afuera del gremio camionero. Todos por el 35%, reapertura de las paritarias que cerraron por menos, asambleas obreras para discutir el tema, hay que hacer emerger la efervescencia en las bases de este presente del movimiento obrero.
Néstor Pitrola
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