Bloquea la educación universitaria en el Oeste
Con completa desprolijidad
infraestructural, organizativa y académica, en septiembre de 2011 se
inauguró (preelectoralmente) la Universidad Nacional del Oeste (UNO). La
mujer de Othacehé, concejal Mónica Arnaldi, presentó este proyecto
cuando fue diputada nacional duhaldista hace 10 años. Pero tomó cuerpo
el año pasado con la presencia protagónica -electoral- de Cristina
Kirchner en el Golf de Padua.
La UNO se enmarca en la aparición de
varias universidades del Conurbano: José C. Paz, Moreno, Avellaneda,
Florencio Varela. Todas controladas por el kirchnerismo, con la excusa
de descentralizar la educación superior y acercarla a franjas más
desfavorecidas. Pero los fines del K-Othacehé son otros.
Este ‘anhelo’ de los Othacehé se ha
convertido en la punta de lanza para acabar con el CUM (Centro
Universitario de Merlo) que albergaba más de 5.000 estudiantes del CBC
para su ingreso a la UBA. Por un histórico proceso de lucha de la
juventud de Merlo, en 2008 se logró sostener la cursada en el CUM. Sin
embargo, el gobierno distrital utilizó su ‘Proyecto X’ local
(infiltración, patotas, difamación, amenazas) para intentar desbaratar
la resistencia de docentes, estudiantes y vecinos y expulsar el CBC de
Merlo y de la zona Oeste (en el Riglos de Moreno, la sede está siendo
removida progresivamente).
Los directivos de la nueva UNO carecen
de antecedentes académicos, y pertenecen al entorno político-familiar de
Othacehé. El plantel de docentes, administrativos y no-docentes se
maneja dedocráticamente o por el nivel de lealtad al gobierno municipal y K.
Al haber sido lanzada sin edificio
propio, la UNO es un sello con una docena de sedes prestadas, alquiladas
o con otro funcionamiento originario. Sin embargo, maneja una caja
presupuestaria abultada para su manejo discrecional que proviene de
fondos nacionales. En el cuatrimestre cursado en el 2011, solo se desarrolló la
Licenciatura en Gestión Educativa con un alumnado no superior a los 200 y
talleres para ingresantes, que tenían como objetivo ‘nivelar’ al
estudiantado pero en realidad, buscan “filtrar” desde la materia
Matemáticas para hacer encajar la cantidad de estudiantes a las
paupérrimas condiciones edilicias. Pero la burocracia de la UNO "sufrió"
su primer derrota: los ingresantes desaprobados en Matemáticas (no
tenían chances de continuar cursando) se organizaron con un petitorio y
presentaron más de 100 firmas. Los Othacehé tuvieron que echar lastre:
permitieron el acceso de todos los que reclamaron, con la condición de
cursar en 2012 un curso de Matemáticas extra-curricular.
Los millones de pesos que maneja Othacehé podrían doblarse este año. ¿Adónde van a parar estos fondos?
Por ahora, inflan los abultados salarios
de las autoridades que rondan los 25 mil y los 45 mil pesos. Sin
concursos y sin una intervención docente y estudiantil organizada e
independiente del poder político local, la UNO se verá bloqueada, y
seguirá esquilmada por los amigos de Othacehé. En el medio de una
proscripción impulsada desde el poder, se desarrolla una pantomima de
inclusión y acceso a la educación. El pueblo debe organizarse para sacar
la mordaza “Othacehé” de la UNO, eliminar los filtros al ingreso y
conseguir la apertura a concursos democráticos para los docentes.
Cristian Franco
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