OTRO MOJÓN DE LA DISGREGACIÓN DEL KIRCHNERISMO
El lunes 10/2 se oficializó el pasaje de Othacehé al massismo. Ya
en octubre Massa le habilitó al intendente de Merlo una colectora que
dividió el voto massista local, y salvó al “vasco” de un derrumbe
político estrepitoso. Como desde el PO lo denunciamos tempranamente (ver
nota "Merlo: somos la tercera fuerza" http://prensa.po.org.ar/po1294/2013/11/21/merlo-somos-la-tercera-fuerza/), el salvataje desnudó enormes límites, ahora constatados, de un frente que se reclama “renovador”.
El sabatellismo, por su parte, bajó su lista local en octubre
sucumbiendo a la extorsión de Othacehé de “irse con Massa”. La
claudicación del progresismo K en la lucha contra el fascistoide
Othacehe para contener el derrumbe del gobierno “nacional y popular” ha
resultado, además de contradictoria, ineficaz.
La salida de
Othacehé del “proyecto nacional” intentará ser leída por los soldados de
Cristina en clave de depuración, una oportunidad para volver a la
“transversalidad” que nunca debió ser abandonada. Planteos para la
menguada tribuna. Lo cierto es que se trata de un mojón más en el
acelerado proceso de disgregación del kirchnerismo, que albergó (y
alberga) en su seno a lo más reaccionario de la derecha (los Ishii,
Curto, Isfrán, Capitanich) y que lleva adelante el programa de
devaluación y ajuste que esa derecha reclama.
El pasaje de
Othacehé pone de manifiesto a lo que se reduce la disputa entre el
gobierno y la oposición tradicional: la pelea por los aparatos del PJ en
el marco de una crisis cuya factura buscan, unos y otros, descargar
sobre los trabajadores.
La lucha contra los Othacehé requiere
de la organización de los trabajadores de forma independiente de las
variantes de derecha y sus programas. La herramienta política y de lucha
es el Partido Obrero.
Analía Pascual