Al intendente de Merlo no le alcanza con cerrar centros universitarios y andar judicializando y patoteando a estudiantes y docentes; además se jacta de ello. Es así como, en la revista distrital de febrero, podemos ver a un sonriente Othacehé estrechando la mano del también sonriente rector de la UBA, Rubén Hallú. ¿De qué se ríen? De que en el distrito de Merlo ya no hay sede de la Universidad de Buenos Aires.
Hasta que los estudiantes no desenmascararon los intereses políticos y punteriles del intendente, Othacehé dijo no tener responsabilidad en el cierre de la casa de estudios. Mentira; pensó que presionando con el cierre del CUM, su amiga Kristina le iba a dar el ok para su universidad particular, que no será otra cosa que una gran caja para sostener el clientelismo político. Pero, frente a la crisis mundial, los Kirchner tienen que salir al rescate de los grandes capitalistas y pagar la deuda externa. Si el "vasco" quiere la guita, que espere sentado.
Fracasada su maniobra de "yo no fui", arremetió con el ya conocido "clientelismo" y puso a sus punteros a llamar a los estudiantes, casa por casa, a ofrecerles una limosna para que abandonaran la lucha. Tampoco sirvió de nada, porque Othacehé no entendió que los estudiantes no son mendigos; tampoco lo entiende ahora. A comienzos de marzo, las familias trabajadoras que no podían acceder a la canasta escolar tenían la oportunidad de recibir las dádivas de Mónica Othacehé con sólo escribir una cartita señalando el nivel de miseria en el que se encuentran y apelando a la benevolencia de la señora del Intendente. El mismo método de la "cartita" recomienda el intendente para subsanar alguno de los tantos déficit de infraestructura escolar. Un dato que ilustra la importancia de la educación para los Othacehé: en la revista distrital la única nota sobre escuelas es la de ¡la escuela infantil de golf! deporte que el intendente gusta realizar en sus ratos de ocio.
Su último recurso, el más brutal y el único que le queda para gobernar, tampoco le sirvió de nada. Más de diez causas judiciales abiertas en Morón contra los estudiantes y un desfile constante de punteros, patotas y policías no pudieron doblegar la gran lucha por la defensa del CBC. Se garantizó la cursada los dos cuatrimestres de 2008 y la toma sólo se levantó cuando los estudiantes le arrancaron al gobierno una nueva sede del CBC en el oeste.
El triunfo de los estudiantes del CUM, de conjunto con padres y docentes, debe ser el puntapié para las demás batallas que es preciso dar:
* Apertura del turno noche en el CBC Moreno, que se dicten todas las carreras y que se habilite la sede para recursantes.
* 30% del presupuesto destinado a educación bajo control de docentes, padres y estudiantes.
* Construcción de todas las escuelas necesarias y reparación de toda infraestructura educativa.
* Becas que cubran la canasta alimentaria y canasta escolar para todos los alumnos.
* Aumento salarial de emergencia del 30% al básico para todos los docentes.
* Basta de aprietes, clientelismo y patotas en Merlo.
Por la defensa de las libertades democráticas en Merlo.
jueves, 16 de abril de 2009
jueves, 9 de abril de 2009
Merlo: campaña contra la criminalización de la política
El intendente de Merlo, Raúl Othacehé, ha iniciado una demanda penal contra los dirigentes del Partido Obrero Jorge Altamira, Néstor Pitrola y Marcelo Ramal por calumnias e injurias. Los compañeros habían denunciado públicamente a Othacehé como responsable de un régimen de persecución política y como lobbista de las grandes patronales, en especial del transporte.
En la respuesta a un reclamo de rectificación, los compañeros respondieron que la denuncia era “una expresión objetiva del accionar de la Intendencia a su cargo, con hechos que venimos denunciando de un modo sistemático”. “La injuria está en los hechos – agrega– no ha sido fabricada subjetivamente.”
“En lugar de quejarse por las injurias –destacamos– usted debería retirar a sus grupos intimidadores de las calles de Merlo, dejar de alentar volantes provocadores sin firma, o en todo caso investigar su origen e intencionalidad, algo que usted nunca ha hecho, de modo que es responsable por acción u omisión. Por nuestra parte nos oponemos a toda forma de censura de la opinión, incluso cuando ella se disfraza de la figura de ‘injurias’. Usted, sin embargo, no se escandaliza de los verdaderos atropellos que cometen los ministros del gobierno nacional, que utilizan los poderes del Estado para montar una campaña macartista, o sea que hacen abuso de su posición para montar campañas persecutorias.” Se trata de una referencia a la campaña de Stornelli, Aníbal Fernández y C5N, para atribuir la quema de un tren del Sarmiento al Partido Obrero.
El señalamiento del Partido Obrero no se trata, por lo tanto, de una denuncia ocasional ante un hecho aislado. Este accionar es parte de una práctica permanente, a la que apela el Municipio, de la que han sido blanco vecinos/as, comerciantes, profesionales, estudiantes y docentes del CUM, médicos/as del Hospital Héroes de Malvinas, remiseros/as, periodistas, trabajadores de Ecotrans y, por supuesto, también los partidos y organizaciones políticas opositoras. Se pretende silenciar toda militancia social y política no coincidente con esta administración municipal y cercenar su legítimo derecho a expresar sus opiniones y pronunciarse políticamente. Así fueron apaleadas las Asambleas Populares de 2002.
Ante cada acontecimiento, el mensaje del Municipio es claro: en Merlo no hay lugar para los adversarios políticos.
Este mismo método se extiende contra la protesta social, frente a cada reclamo, ya sea por falta de vivienda, por el abandono en que se encuentran los hospitales y escuelas, por la expulsión de tierras ociosas ocupadas por trabajadores del distrito, por los bajos salarios y los despidos o por la impunidad e inseguridad en sus zonas liberadas, donde se pone claramente de manifiesto la connivencia existente entre el poder político local, la “maldita policía”, el Poder Judicial Departamental de Morón y hasta el delito “organizado”, así como también su frondosa red de punteros. Raúl Othacehé fue uno de los principales enemigos de la continuidad del CBC en nuestro distrito, llegando incluso a radicar una denuncia en los Tribunales de Morón, y no vaciló en enviar, durante la toma del edificio, “gente de la Municipalidad” con claras actitudes amenazantes e intimidatorias. Sabemos de la campaña montada desde la Municipalidad contra los estudiantes, docentes, padres y organizaciones que colaboraron en la defensa de la continuidad de las cursadas.
Estamos, por lo tanto, ante un caso claro e incuestionable de criminalización de la política, que está instalado como “modus operandi” del gobierno municipal.
Lanzamos una campaña contra la criminalización política y en defensa de las libertades democráticas en Merlo. Llamamos a pronunciarse y respaldar con su firma y su solidaridad a todas las organizaciones populares, partidos y personalidades. Nos dirigimos especialmente a las comisiones internas, delegados y sindicatos a pronunciarse. También a los jóvenes, en primer lugar del CBC, y los colegios que encabezaron la lucha en defensa de su derecho a estudiar. Llamamos al pueblo de Merlo a acompañarnos y a sumarse a esta campaña.
Pablo Heller
En la respuesta a un reclamo de rectificación, los compañeros respondieron que la denuncia era “una expresión objetiva del accionar de la Intendencia a su cargo, con hechos que venimos denunciando de un modo sistemático”. “La injuria está en los hechos – agrega– no ha sido fabricada subjetivamente.”
“En lugar de quejarse por las injurias –destacamos– usted debería retirar a sus grupos intimidadores de las calles de Merlo, dejar de alentar volantes provocadores sin firma, o en todo caso investigar su origen e intencionalidad, algo que usted nunca ha hecho, de modo que es responsable por acción u omisión. Por nuestra parte nos oponemos a toda forma de censura de la opinión, incluso cuando ella se disfraza de la figura de ‘injurias’. Usted, sin embargo, no se escandaliza de los verdaderos atropellos que cometen los ministros del gobierno nacional, que utilizan los poderes del Estado para montar una campaña macartista, o sea que hacen abuso de su posición para montar campañas persecutorias.” Se trata de una referencia a la campaña de Stornelli, Aníbal Fernández y C5N, para atribuir la quema de un tren del Sarmiento al Partido Obrero.
El señalamiento del Partido Obrero no se trata, por lo tanto, de una denuncia ocasional ante un hecho aislado. Este accionar es parte de una práctica permanente, a la que apela el Municipio, de la que han sido blanco vecinos/as, comerciantes, profesionales, estudiantes y docentes del CUM, médicos/as del Hospital Héroes de Malvinas, remiseros/as, periodistas, trabajadores de Ecotrans y, por supuesto, también los partidos y organizaciones políticas opositoras. Se pretende silenciar toda militancia social y política no coincidente con esta administración municipal y cercenar su legítimo derecho a expresar sus opiniones y pronunciarse políticamente. Así fueron apaleadas las Asambleas Populares de 2002.
Ante cada acontecimiento, el mensaje del Municipio es claro: en Merlo no hay lugar para los adversarios políticos.
Este mismo método se extiende contra la protesta social, frente a cada reclamo, ya sea por falta de vivienda, por el abandono en que se encuentran los hospitales y escuelas, por la expulsión de tierras ociosas ocupadas por trabajadores del distrito, por los bajos salarios y los despidos o por la impunidad e inseguridad en sus zonas liberadas, donde se pone claramente de manifiesto la connivencia existente entre el poder político local, la “maldita policía”, el Poder Judicial Departamental de Morón y hasta el delito “organizado”, así como también su frondosa red de punteros. Raúl Othacehé fue uno de los principales enemigos de la continuidad del CBC en nuestro distrito, llegando incluso a radicar una denuncia en los Tribunales de Morón, y no vaciló en enviar, durante la toma del edificio, “gente de la Municipalidad” con claras actitudes amenazantes e intimidatorias. Sabemos de la campaña montada desde la Municipalidad contra los estudiantes, docentes, padres y organizaciones que colaboraron en la defensa de la continuidad de las cursadas.
Estamos, por lo tanto, ante un caso claro e incuestionable de criminalización de la política, que está instalado como “modus operandi” del gobierno municipal.
Lanzamos una campaña contra la criminalización política y en defensa de las libertades democráticas en Merlo. Llamamos a pronunciarse y respaldar con su firma y su solidaridad a todas las organizaciones populares, partidos y personalidades. Nos dirigimos especialmente a las comisiones internas, delegados y sindicatos a pronunciarse. También a los jóvenes, en primer lugar del CBC, y los colegios que encabezaron la lucha en defensa de su derecho a estudiar. Llamamos al pueblo de Merlo a acompañarnos y a sumarse a esta campaña.
Pablo Heller
Suscribirse a:
Entradas (Atom)