Por el 40%
Finalizada la conciliación obligatoria, no hubo oferta del intendente. El kirchnerista Moccero y Scioli se coaligaron para ganar tiempo y sacar la huelga de los festejos del Bicentenario.
Los trabajadores retomaron masivamente el paro. El intendente respondió amenazando con descontar los días y con abrir una “lista de retiros” para que “el que no quiera trabajar en el municipio se vaya”. El “nacional y popular” muestra el verdadero rostro del kirchnerismo: el de patrón de estancia. Se ufana de que en el municipio hay “desocupación cero”, pero no dice que el promedio apenas supera el misérrimo salario mínimo. Los 4.000 obreros de Vulcabrás ganan 1.600 pesos haciendo horas extras y los municipales tienen un básico de 1.310 pesos.
Los trabajadores contraatacaron. Ingresaron masivamente en el municipio y –como en el desenlace de la huelga anterior– le impusieron una reunión que no quería. Moccero echó lastre: ofreció 1.800.000 pesos para que los trabajadores lo distribuyan “como quieran”. Busca dividirlos al inducir que dejen afuera a los contratados. La suma alcanza para aumentar el básico apenas un 10%; por lo tanto, el paro sigue. Moccero dice que podría adicionar otro millón que le aportaría el gobierno nacional.
El intendente llora miseria porque –según él– el 70% del presupuesto lo gasta en salarios. Pero su gobierno –el de Cristina– festeja aumentos de recaudación originados en la misma inflación que liquida los salarios que paga el Estado. Está fuera del radar del kirchnerista afectar los intereses sojeros y oligárquicos de la zona con impuestos especiales.
La oposición patronal (UCR, PRO, PJ disidente) ha cerrado filas con la intendencia -a diferencia del año pasado, cuando coqueteó con la huelga. El presupuesto 2010 votado por todos no contempla aumentos para los trabajadores cuando la inflación va a llegar al 40%.
La Federación a la que pertenece el Sindicato de Trabajadores Municipales de Suárez (Fesimubo) realizó un plenario de secretario generales que votó una difusa “jornada de lucha” para la primera semana de agosto. Lejos de la presente agitación salarial que recorre el país y lejos de la huelga de Suárez. Pero la salida para todos los municipales no es aislar a los que luchan, sino apoyarlos a fondo para quebrar el congelamiento, política común a todas las intendencias. Como se probó con la alimentación en Córdoba: si quebramos a uno, podemos quebrarlos a todos. ¡Necesitamos un inmediato paro provincial y un plan de lucha!
Todo el apoyo a los municipales de Suárez. En este conflicto se enfrentan también la economía del capital y la de la clase obrera.
Los trabajadores retomaron masivamente el paro. El intendente respondió amenazando con descontar los días y con abrir una “lista de retiros” para que “el que no quiera trabajar en el municipio se vaya”. El “nacional y popular” muestra el verdadero rostro del kirchnerismo: el de patrón de estancia. Se ufana de que en el municipio hay “desocupación cero”, pero no dice que el promedio apenas supera el misérrimo salario mínimo. Los 4.000 obreros de Vulcabrás ganan 1.600 pesos haciendo horas extras y los municipales tienen un básico de 1.310 pesos.
Los trabajadores contraatacaron. Ingresaron masivamente en el municipio y –como en el desenlace de la huelga anterior– le impusieron una reunión que no quería. Moccero echó lastre: ofreció 1.800.000 pesos para que los trabajadores lo distribuyan “como quieran”. Busca dividirlos al inducir que dejen afuera a los contratados. La suma alcanza para aumentar el básico apenas un 10%; por lo tanto, el paro sigue. Moccero dice que podría adicionar otro millón que le aportaría el gobierno nacional.
El intendente llora miseria porque –según él– el 70% del presupuesto lo gasta en salarios. Pero su gobierno –el de Cristina– festeja aumentos de recaudación originados en la misma inflación que liquida los salarios que paga el Estado. Está fuera del radar del kirchnerista afectar los intereses sojeros y oligárquicos de la zona con impuestos especiales.
La oposición patronal (UCR, PRO, PJ disidente) ha cerrado filas con la intendencia -a diferencia del año pasado, cuando coqueteó con la huelga. El presupuesto 2010 votado por todos no contempla aumentos para los trabajadores cuando la inflación va a llegar al 40%.
La Federación a la que pertenece el Sindicato de Trabajadores Municipales de Suárez (Fesimubo) realizó un plenario de secretario generales que votó una difusa “jornada de lucha” para la primera semana de agosto. Lejos de la presente agitación salarial que recorre el país y lejos de la huelga de Suárez. Pero la salida para todos los municipales no es aislar a los que luchan, sino apoyarlos a fondo para quebrar el congelamiento, política común a todas las intendencias. Como se probó con la alimentación en Córdoba: si quebramos a uno, podemos quebrarlos a todos. ¡Necesitamos un inmediato paro provincial y un plan de lucha!
Todo el apoyo a los municipales de Suárez. En este conflicto se enfrentan también la economía del capital y la de la clase obrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario