domingo, 7 de noviembre de 2010

LA IMPUNIDAD DE UN CRIMEN POLITICO

Horas después de la muerte de Néstor Kirchner, Altamira advertía: "Es imposible no pensar que la crisis desatada (por el crimen de Mariano) no haya cobrado un precio elevado sobre su salud".
Muchos se sorprendieron.

El domingo pasado, sin embargo, Verbitsky confió, en Página/12, que algo similar dijo el hijo de Kirchner en el entierro de su padre.
"Lo mató Moyano", habría dicho Máximo K.
"Lo mató Pedraza", dice ahora el diputado Depetris.
Pero una vez que se dijo lo dicho, ¿algo cambió?
Es cierto que hay casi una decena de detenidos y que existe una certeza sobre el responsable de los disparos, ¿pero eso es todo?
En lugar de intervenir la Unión Ferroviaria y declararla en estado de asamblea, la presidenta, Aníbal Fernández, Tomada y Moyano intervinieron la CTA, para dejarla en manos de uno de los suyos.
Las patotas han seguido actuando a lo largo y ancho del país.
En lugar de investigar a quien las apadrina, la burocracia sindical, Cristina y Aníbal Fernández la volvieron a proclamar "la columna vertebral".
En lugar de asumir sus propias responsabilidades, Moyano ha salido a buscar la protección de la UIA, a la que ofreció "un pacto social".
Es clara la estrategia que apunta a cargar todo el peso de la masacre en una única persona -un barrabrava reclutado por la burocracia.
La impunidad va más lejos incluso, pues la policía que facilitó la emboscada asesina contra los trabajadores tercerizados, no está siendo investigada.
La lacra social que fue puesta en evidencia por la movilización ferroviaria, la tercerización, ha sido ratificada por el ministerio de Trabajo.
La impunidad, más allá de la apañada por los límites del sumario, es institucional, política y social.
La Justicia debe admitir como parte querellante al Partido Obrero, porque estamos ante un CRIMEN POLÍTICO.
Hay otra impunidad, sutil, pero por eso mismo más pérfida: la que asegura que la Presidenta tiene ganada la reelección, sin que importe para el caso si encubre el crimen o lo esclarece.
Un CRIMEN POLITICO afecta, más que a nadie, al poder del Estado.
La impunidad es un peso muerto que ahoga al país y a los trabajadores, y que tampoco dejará de pasar su factura al conjunto del régimen político.
Precisamente porque está en juego su superviviencia, las patotas, la burocracia sindical, los punteros y las mafias que apadrinan a todo el sistema político, se empeñarán con más encarnizamiento, si cabe, en copar los poderes que garantizan esa impunidad.
Es un momento histórico, sin embargo, porque tenemos la oportunidad de barrer a toda esa lacra y desatar con ello la fuerza creativa de los trabajadores.
Necesitamos ampliar aún más y profundizar todavía más la movilización popular.
Los pronunciamientos por el juicio y castigo a TODOS los culpables se multiplican por todo el país.

El martes 9 volvemos a la calle con este reclamo: súmese a la patriada.

Salimos con micros 15.30hs de Cámpora 2161



No hay comentarios: