miércoles, 22 de diciembre de 2010

Los trabajadores frente a una nueva confiscación

 ¿A DÓNDE VAN A PARAR LOS RECURSOS DE ECOTRANS?

Han transcurrido seis años desde que tuvo lugar el histórico conflicto de TDO y hoy los trabajadores tienen que salir a enfrentar una situación similar a la de ese entonces: deterioro del parque automotor, obsolescencia y escasez de unidades, falta de mantenimiento y repuestos adecuados, talleres en decadencia. Al igual que en ese entonces, quien está pagando las consecuencias es el público usuario y los propios trabajadores: espaciamiento de las frecuencias, hacinamiento e inseguridad y, en primerísimo lugar, precariedad laboral.
La diferencia es que, ahora, al frente de la empresa está el principal grupo empresario del ramo (Cirigliano, del grupo Plaza) que viene monopolizando cada vez más líneas y que es poseedor de un imperio que abarca concesiones de la mayoría de los trenes metropolitanos. Asimismo, es el accionista principal de Emfer, Tatsa y Ferrovial.
El grupo Cirigliano no sólo se ha enriquecido con los subsidios que ascendían a mediados de año "en promedio a 24.000 pesos mensuales", lo cual "ya representa casi el 60 por ciento de la recaudación mensual de las líneas de colectivos" (Noti Expres, 20/5) sino que, encima, de acuerdo con lo que ha trascendido, recibiría sumas por ese concepto por una mayor de cantidad de unidades de los que realmente corresponden. Estos subsidios han crecido en el segundo semestre. Esta es una de las tantas maniobras que se le adjudican a Cirigliano y en los cuales el Estado ha hecho la vista gorda, lo cual se explica por la cercanía de este empresario con el poder. Ahí están las "dádivas" que recibía el ex secretario Jaime, con las cuales Cirigiliano premiaba la impunidad con que actuaba para no hablar del hecho de que el titular de Ecotrans es parte de Ugofe, que hoy está en la picota por el caso de Mariano y el fraude laboral que son las tercerizadas.
Pero, como si esto no fuera suficiente, Cirigliano también se ha apropiado de parte de las remuneraciones de los trabajadores. En lugar de depositar los aportes previsionales que se descuentan mensualmente de los haberes, se los queda... en su bolsillo. En las planillas individuales de información que tira la Anses, los compañeros constatan que en varios períodos de 2010 sólo figuran como "presentados". Es decir, que la empresa presentó el trámite, declara lo que debe pero... no ingresa el dinero. En otros casos y en forma tardía aparecen sumas ingresadas en concepto de moratoria que se dilatan en el tiempo a través de un régimen de cuotas. El mecanismo es más o menos el siguiente: la empresa retiene el dinero de las cargas sociales. No sólo nos referimos a las contribuciones patronales sino también del propio sueldo que descuenta mensualmente. Entra, luego, en moratorias previsionales, con los cuales va licuando la deuda y va tirando la pelota para adelante. Siempre está el recurso, incluso, de incumplir la moratoria, con lo cual se hace más grande el bicicleteo. Esto se viene arrastrando desde que el grupo Plaza se hizo cargo de la empresa, de modo que un cálculo muy sencillo de hacer nos indica que a razón de 400 pesos por mes promedio por trabajador, multiplicado por los 1.000 trabajadores, los fondos embolsados por la patronal ascienden a 400 mil pesos mensuales, lo cual nos arroja 5 millones de pesos, es decir ¡más de un millón de dólares cada año!
Es fácil de advertir que Cirgliano no aporta recursos propios. La totalidad de los fondos de Ecotrans proviene de terceros. La patronal termina pagando el sueldo de los trabajadores... con el propio sueldo de ellos, proveniente de las sumas que descuenta y luego no deposita. Además, no puso en peso en instalaciones (sino que heredó los edificios donde funcionan las terminales, de la quiebra). No es exagerado afirmar que los verdaderos dueños de Ecotrans son el Estado y los trabajadores, quienes vienen aportando no sólo trabajo sino capital, y cada vez en forma más considerable. Sin embargo, no se les reconoce como socios, sino que son las principales víctimas de este brutal proceso confiscatorio.
De todo lo expuesto se concluye un programa y un curso de acción, que los compañeros de Ecotrans, como lo indica su trayectoria, se encargarán de tomar en sus manos y sobre el que ya vienen movilizándose:
Que se hagan las inversiones necesarias. Más unidades hasta completar las 300 que se necesitan. Sustitución de las unidades obsoletas por nuevas. Reequipamiento y arreglo de los talleres y apertura de los mismos en terminales que la necesitan. Puesta al día de los aportes previsionales y depósito de ahora en más de los aportes en forma regular, coincidente con el pago de las remuneraciones. La empresa está en perfectas condiciones de cumplir con estas demandas. Basta de bicicleteos y de manejos turbios. Que se abran los libros y cuentas de Ecotrans y que una comisión electa por los trabajadores en asamblea se la autorice para fiscalizar la recaudación, el destino de los subsidios y el movimiento económico y financiero de la empresa.

Pablo Heller

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