jueves, 5 de mayo de 2011

UOM: los paros de 15 minutos no hacen ni cosquillas

Necesitams un verdadero plan de lucha


Las paritarias de la UOM vuelven a transitar un camino de desgaste por parte de su dirección, totalmente contrario a la manifiesta voluntad de lucha de los trabajadores metalúrgicos.
Que el gobierno dictaría la conciliación obligatoria y que la directiva la acataría era algo sabido por la inmensa mayoría de los cuerpos de delegados, que en plenarios seccionales reclamaron no volver a repetir la anterior experiencia de cuatro meses de paritarias. La extensa conciliación dictada hasta el 12 de mayo oficia como una estrategia de desgaste, en un gremio absolutamente postergado en la cuestión salarial -que al decir del propio Caló gana 90 pesos por día en promedio.
Durante la conciliación, la directiva ha operado sin mandato alguno en el sentido contrario de plantarse por su reclamo inicial. En vez de ir por los 3.500 pesos, reclamaron "adelantar un 15% de aumento a las cámaras a cuenta de la discusión paritaria". Estas, ni lerdas ni perezosas, rápidamente "contraofertaron" un adelanto de un 8% que luego se estiró a un 12%, con lo cual se volvió todo para atrás manteniendo el reclamo inicial de 3.500 pesos, pero anticipa que la UOM puede, con un aumento a cuenta, aceptar llevar a la larga la paritaria.
La UOM viene de una experiencia muy mala con los adelantos a cuenta, pues los 800 otorgados hace unos meses a "cuenta" nunca terminaron de ser homologado en el ministerio y, además, gran cantidad de patronales lo desconocieron, lo que motivó luchas sectoriales dentro del gremio, pues la burocracia nunca sacó una acción general por su cumplimiento.
La paritaria está empantanada porque la UOM reclama dos categorías más ante el brutal achatamiento de las escalas en el gremio. Las nuevas escalas son un reclamo generalizado, pues la burocracia hizo una entregada histórica hace unos años al eliminar la escala inicial del peón.
El congreso de la UOM, en medio de esta paritaria, estuvo precedido por este empantanamiento. El secretariado nacional, luego de que durante los dos meses previos al congreso la burocracia de la UOM digitó todo lo que pudo la representación en las seccionales, dejó afuera los delegados que en los congresos seccionales exigieron firmeza en el reclamo paritario. De cualquier manera llovieron los reclamos de profundizar la lucha y de no que se volviera a una paritaria de goma. Reclamaron, además, el 82% móvil, el quite del impuesto a las ganancias, la asignación familiar irrestricta.
La directiva salió nuevamente con la receta de la anterior paritaria de paros de 15 minutos cada hora y una posible movilización central, a la que no se le puso fecha, y eventuales bloqueos a las plantas de Techint, también sin fecha. Tomada armó una reunión en la semana para "arrimar posiciones". Si hay adelanto a cuenta, tendremos otra paritaria "eterna", que es enteramente la estrategia de las cámaras metalúrgicas, que cada día quieren avanzar en acuerdos de sector, reventar el convenio único metalúrgico y achicar la cantidad de delegados por establecimiento. Corresponde que los 800 sean integrados al básico anterior y que ningún metalúrgico gane menos de 5.000 de básico. Lo mismo que lograron en los cordones industriales de San Lorenzo y en las grandes industrias.
Hay que terminar con la negociación de goma. Necesitamos asambleas con mandato.
Fijar un plan de lucha de paros de 24, 48 y 72 horas, único camino para torcerle el brazo a las patronales. Terminar con los contratados en las metalúrgicas, los que suman miles, y discutir en asambleas la recategorización general de un gremio que ha pasado a ser de segunda por la política de sus dirigentes.
Necesitamos asambleas de fábricas y que los delegados vayan con mandato de las mismas. La voluntad de la base del gremio no es de paros de 15 minutos. Es luchar para imponer los 3.500 pesos de básico.

Juan Ferro

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