Gracias a todos (...) Quiero aprovechar este ámbito para hacer, como hicieron mis compañeros, una reflexión.
El kirchnerismo se jactó de haber ganado una ‘batalla cultural' en este país. El menemismo había ganado una batalla cultural, donde todos los argentinos ingresábamos al Primer Mundo y nos modernizábamos a ritmo veloz, pero apareció el kirchnerismo y proclamó la victoria de la ‘batalla cultural nacional y popular'. Feletti, ex presidente del Banco Central y ahora viceministro de Economía, escribió en la revista Debate que, como consecuencia de haber ganado la batalla cultural, el kirchnerismo está en condiciones de hacer lo que quiera, por ejemplo tomar medidas más estatizantes que la re-estatización de la Anses y avanzar en leyes financieras, regulación de mercados, control de cambios. En una palabra, cuando ellos dicen "tenemos que profundizar el proyecto", lo que ellos dicen es: "ganamos la batalla cultural, ahora vamos a fondo por el proyecto".
La victoria cultural del kirchnerismo, sin embargo, ha quedado representada en el affaire Schoklender: ésta es la victoria y ésta es la construcción cultural del kirchnerismo. Es una construcción que merece la palabra ‘cultural', porque las Madres de Plaza de Mayo son más que un fenómeno político: son un emblema nacional, son una expresión de la fuerza que pueden tener ciertas ideas y cierta voluntad. Un grupo de madres dando la vuelta a la Plaza de Mayo y peleando casi sin armas contra una dictadura militar. El kirchnerismo logró pudrirlas a través de un método típicamente kirchnerista, que es el copamiento de las organizaciones populares: el copamiento de Madres, la regimentación de los sindicatos, el copamiento de una parte del movimiento piquetero. Este copamiento es (...) un mecanismo del gobierno (...) El mecanismo de este gobierno es ‘arreglar' con Moyano la pauta salarial en la Casa Rosada e imponérselo con la Gendarmería a los trabajadores de Santa Cruz. Es arreglar con Pérsico y compañía el destino de los movimientos sociales y arreglar con Schoklender lo que tiene que ser la política de derechos humanos. Es necesario señalarlo en la lucha política y con los intelectuales kirchneristas, mostrando el carácter podrido de lo que ellos llaman "la construcción cultural".
Las Madres son algo superior a una construcción cultural. Ahora, para peor, aparece el Inadi, otra construcción en el campo cultural en la que el detalle más fuerte es el menor: cuando Morgado le dice "gorda" a Rachid, en el Instituto Nacional contra la Discriminación (...).El tema es qué quiere decir una construcción cultural. Miren, el movimiento obrero mundial ha hecho las más grandes construcciones culturales. Nadie ha rivalizado con él. Nadie. Me refiero al Partido Socialista de Alemania, en el siglo XIX. Un partido de masas gigantesco, con cooperativas, centenares de diarios, coros, socorros mutuos, no había área del movimiento popular que no estuviera dominada por el Partido Socialista alemán. La otra gran construcción, el Partido Laborista británico. Ustedes lo ven en las películas. Los bares, los pubs donde se emborrachan los obreros el sábado a la noche. Aquella película en que la hija solamente se iba a casar con un laborista, ni muerta con los conservadores. ¿Quién armó una construcción cultural de ese tipo? Ustedes, en la película "Tierra y Libertad", vieron la gigantesca construcción cultural del anarquismo español, una de las más profundas y grandes. Es decir, las grandes construcciones culturales han venido de la lucha de clases del movimiento obrero organizado.
Pero esas construcciones culturales fueron en una época de ascenso del capitalismo. Y precisamente porque entraron en una dinámica de pura construcción cultural acabaron en el reformismo y en la traición a la clase obrera. Nosotros no vivimos más en la época de reformas, de progreso pacífico del capitalismo. Vivimos una época de catástrofe. La construcción cultural tiene que estar subordinada a la lucha revolucionaria de la clase obrera por el poder. La primacía de la lucha política por el poder. Cómo a la clase obrera la emancipamos de la tutela política del peronismo, desarrollamos su conciencia de clase a través de la lucha, a través de la propaganda, a través de la actividad intelectual y la proyectamos como alternativa de poder. (...) Esto no es artificial. Porque en los genes de la clase obrera argentina, desde principios del siglo pasado hasta el Cordobazo, hemos tenido una tendencia revolucionaria consciente, clasista, socialista, que sigue estando en los genes del proletariado.
(...) los kirchneristas (...) ¡Ellos tienen hoy todavía, en el aparato del Estado, en los ferrocarriles ¡a los asesinos de Mariano Ferreyra! Y que también forma parte de la construcción cultural que digan que la responsabilidad del asesinato de Mariano Ferreyra es del Partido Obrero. Porque tienen que defender una construcción determinada, sectores progresistas en lugar de denunciar al victimario y al verdugo, denuncian al que ha estado luchando por un movimiento que el propio gobierno legitima cuando pasa a planta permanente a tres mil trabajadores ferroviarios.
Compañeros, si tengo que sintetizar, el objetivo de este Frente de Izquierda es el siguiente: la gran tarea de este Frente, con estos planteamientos, este enfoque, es que ampliemos el escenario de intervención política independiente de la clase obrera. Lo logramos cuando recuperamos una interna, lo logramos cuando reincorporamos a estos compañeros ferroviarios, cuando la Fuba pasa a manos de una dirección de izquierda, (así) ampliamos el horizonte. Por ejemplo los compañeros de Neuquén, con la conquista de esta banca legislativa, amplían el escenario de acción, porque ahora trabajadores que no miraban a los partidos que componen el Frente -e incluso no miraron al propio Frente y votaron por Sapag- hoy tienen que mirar mucho más esa acción. De la ampliación del escenario que logremos depende que progresemos en nuestro objetivo de emancipar a los trabajadores de la tutela de la burguesía y abramos posibilidades revolucionarias. Porque acá hay que hacer conjugar el derrumbe del capitalismo -que no es simplemente una crisis, no estamos en el movimiento cíclico del capital, sino ante un derrumbe de instituciones enteras del capitalismo (porque se habla de la disolución de la Unión Europea, se habla de transformar a Grecia en un protectorado, eso tiene un alcance mucho mayor que un fenómeno de movimiento cíclico de la producción capitalista). En un marco histórico de estas características, tenemos que darle al proletariado, a los trabajadores, a todos los luchadores el horizonte correspondiente. Un horizonte de lucha para el poder. Para eso tenemos que ganarlos primero para esta causa en la lucha de clases. El gran trabajo cultural en la Argentina es desarrollar la conciencia de clase, la conciencia socialista de la clase obrera. Este es el gran tema, y este es el aporte que vamos a hacer como frente.
En lo que hace a la construcción cultural del kirchnerismo, creo que han recibido un golpe en el riñón, han recibido un golpe semi-fatal. Christian (Castillo) ponía en duda: ¿se presentará o no se presentará? La duda es porque han recibido este golpe -y es un golpe mortal. No importan los resultados de octubre, es un golpe mortal; como perspectiva política y como proyecto, esto está redondamente muerto. (La política del) Frente de Izquierda (es) el desarrollo de la conciencia de clase de nuestra clase obrera, que va a ser el evento cultural por excelencia de la historia de este país. Nada más.
El kirchnerismo se jactó de haber ganado una ‘batalla cultural' en este país. El menemismo había ganado una batalla cultural, donde todos los argentinos ingresábamos al Primer Mundo y nos modernizábamos a ritmo veloz, pero apareció el kirchnerismo y proclamó la victoria de la ‘batalla cultural nacional y popular'. Feletti, ex presidente del Banco Central y ahora viceministro de Economía, escribió en la revista Debate que, como consecuencia de haber ganado la batalla cultural, el kirchnerismo está en condiciones de hacer lo que quiera, por ejemplo tomar medidas más estatizantes que la re-estatización de la Anses y avanzar en leyes financieras, regulación de mercados, control de cambios. En una palabra, cuando ellos dicen "tenemos que profundizar el proyecto", lo que ellos dicen es: "ganamos la batalla cultural, ahora vamos a fondo por el proyecto".
La victoria cultural del kirchnerismo, sin embargo, ha quedado representada en el affaire Schoklender: ésta es la victoria y ésta es la construcción cultural del kirchnerismo. Es una construcción que merece la palabra ‘cultural', porque las Madres de Plaza de Mayo son más que un fenómeno político: son un emblema nacional, son una expresión de la fuerza que pueden tener ciertas ideas y cierta voluntad. Un grupo de madres dando la vuelta a la Plaza de Mayo y peleando casi sin armas contra una dictadura militar. El kirchnerismo logró pudrirlas a través de un método típicamente kirchnerista, que es el copamiento de las organizaciones populares: el copamiento de Madres, la regimentación de los sindicatos, el copamiento de una parte del movimiento piquetero. Este copamiento es (...) un mecanismo del gobierno (...) El mecanismo de este gobierno es ‘arreglar' con Moyano la pauta salarial en la Casa Rosada e imponérselo con la Gendarmería a los trabajadores de Santa Cruz. Es arreglar con Pérsico y compañía el destino de los movimientos sociales y arreglar con Schoklender lo que tiene que ser la política de derechos humanos. Es necesario señalarlo en la lucha política y con los intelectuales kirchneristas, mostrando el carácter podrido de lo que ellos llaman "la construcción cultural".
Las Madres son algo superior a una construcción cultural. Ahora, para peor, aparece el Inadi, otra construcción en el campo cultural en la que el detalle más fuerte es el menor: cuando Morgado le dice "gorda" a Rachid, en el Instituto Nacional contra la Discriminación (...).El tema es qué quiere decir una construcción cultural. Miren, el movimiento obrero mundial ha hecho las más grandes construcciones culturales. Nadie ha rivalizado con él. Nadie. Me refiero al Partido Socialista de Alemania, en el siglo XIX. Un partido de masas gigantesco, con cooperativas, centenares de diarios, coros, socorros mutuos, no había área del movimiento popular que no estuviera dominada por el Partido Socialista alemán. La otra gran construcción, el Partido Laborista británico. Ustedes lo ven en las películas. Los bares, los pubs donde se emborrachan los obreros el sábado a la noche. Aquella película en que la hija solamente se iba a casar con un laborista, ni muerta con los conservadores. ¿Quién armó una construcción cultural de ese tipo? Ustedes, en la película "Tierra y Libertad", vieron la gigantesca construcción cultural del anarquismo español, una de las más profundas y grandes. Es decir, las grandes construcciones culturales han venido de la lucha de clases del movimiento obrero organizado.
Pero esas construcciones culturales fueron en una época de ascenso del capitalismo. Y precisamente porque entraron en una dinámica de pura construcción cultural acabaron en el reformismo y en la traición a la clase obrera. Nosotros no vivimos más en la época de reformas, de progreso pacífico del capitalismo. Vivimos una época de catástrofe. La construcción cultural tiene que estar subordinada a la lucha revolucionaria de la clase obrera por el poder. La primacía de la lucha política por el poder. Cómo a la clase obrera la emancipamos de la tutela política del peronismo, desarrollamos su conciencia de clase a través de la lucha, a través de la propaganda, a través de la actividad intelectual y la proyectamos como alternativa de poder. (...) Esto no es artificial. Porque en los genes de la clase obrera argentina, desde principios del siglo pasado hasta el Cordobazo, hemos tenido una tendencia revolucionaria consciente, clasista, socialista, que sigue estando en los genes del proletariado.
(...) los kirchneristas (...) ¡Ellos tienen hoy todavía, en el aparato del Estado, en los ferrocarriles ¡a los asesinos de Mariano Ferreyra! Y que también forma parte de la construcción cultural que digan que la responsabilidad del asesinato de Mariano Ferreyra es del Partido Obrero. Porque tienen que defender una construcción determinada, sectores progresistas en lugar de denunciar al victimario y al verdugo, denuncian al que ha estado luchando por un movimiento que el propio gobierno legitima cuando pasa a planta permanente a tres mil trabajadores ferroviarios.
Compañeros, si tengo que sintetizar, el objetivo de este Frente de Izquierda es el siguiente: la gran tarea de este Frente, con estos planteamientos, este enfoque, es que ampliemos el escenario de intervención política independiente de la clase obrera. Lo logramos cuando recuperamos una interna, lo logramos cuando reincorporamos a estos compañeros ferroviarios, cuando la Fuba pasa a manos de una dirección de izquierda, (así) ampliamos el horizonte. Por ejemplo los compañeros de Neuquén, con la conquista de esta banca legislativa, amplían el escenario de acción, porque ahora trabajadores que no miraban a los partidos que componen el Frente -e incluso no miraron al propio Frente y votaron por Sapag- hoy tienen que mirar mucho más esa acción. De la ampliación del escenario que logremos depende que progresemos en nuestro objetivo de emancipar a los trabajadores de la tutela de la burguesía y abramos posibilidades revolucionarias. Porque acá hay que hacer conjugar el derrumbe del capitalismo -que no es simplemente una crisis, no estamos en el movimiento cíclico del capital, sino ante un derrumbe de instituciones enteras del capitalismo (porque se habla de la disolución de la Unión Europea, se habla de transformar a Grecia en un protectorado, eso tiene un alcance mucho mayor que un fenómeno de movimiento cíclico de la producción capitalista). En un marco histórico de estas características, tenemos que darle al proletariado, a los trabajadores, a todos los luchadores el horizonte correspondiente. Un horizonte de lucha para el poder. Para eso tenemos que ganarlos primero para esta causa en la lucha de clases. El gran trabajo cultural en la Argentina es desarrollar la conciencia de clase, la conciencia socialista de la clase obrera. Este es el gran tema, y este es el aporte que vamos a hacer como frente.
En lo que hace a la construcción cultural del kirchnerismo, creo que han recibido un golpe en el riñón, han recibido un golpe semi-fatal. Christian (Castillo) ponía en duda: ¿se presentará o no se presentará? La duda es porque han recibido este golpe -y es un golpe mortal. No importan los resultados de octubre, es un golpe mortal; como perspectiva política y como proyecto, esto está redondamente muerto. (La política del) Frente de Izquierda (es) el desarrollo de la conciencia de clase de nuestra clase obrera, que va a ser el evento cultural por excelencia de la historia de este país. Nada más.
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