Nuevamente fue la burocracia del Smata cordobés la encargada de anunciar los planes patronales. Como sucedió hace dos semanas con Fiat, el vocero sindical indicó que Renault suspendería a todo su personal (más de 2.300 trabajadores, tercerizados incluidos) todos los lunes de noviembre. La patronal respondió que no tenía nada decidido aún y que se va "evaluando día a día". Lo cierto es que ya no se hacen horas extras y no se implementó un tercer turno que se había planificado; el adelantamiento de las vacaciones para diciembre sigue vigente y hay dudas sobre la concreción del lanzamiento, en 2012, de un nuevo modelo de bajo costo que produciría unas 100 mil unidades al año. La inversión, de más de 500 millones de pesos, había sido confirmada en junio pasado por autoridades de la empresa a Cristina Fernández.
Las suspensiones obedecerían a "un problema de sobrestock en Brasil". Renault exporta a Brasil el 70% de su producción y las ventas en el país vecino cayeron en setiembre casi un 5%.
Esta noticia confirma que después del 23 de octubre las suspensiones y despidos serán moneda corriente en la industria automotriz; los supervisores de Fiat actualizan diariamente la lista de despidos que deberán ejecutar a corto plazo.
Mutis oficial, burocracia títere
Ni la "amenaza" de Fiat de hace 15 días, ni la "situación aún no confirmada de Renault" merecieron una sola palabra de los gobiernos nacional, provincial o municipal. Nada. No se escuchó al "pesado" Moreno ni a quienes viven votando en la Legislatura provincial convenios particulares con las empresas que hoy suspenden -que consisten en el otorgamiento de subsidios y eximiciones impositivas a cambio de "puestos de trabajo".
Tampoco se oye a la oposición. En plena campaña electoral, los candidatos locales a diputados nacionales ni se refieren al tema -a excepción del Frente de Izquierda, cuyos materiales de agitación ‘queman’ dentro de la planta.
La burocracia del Smata salió a "calmar", asegurando que se pagarán los días de suspensión al 75% y que no cree "que la situación se agrave". A vista de todos y contando ellos mismos con información anticipada, los burócratas se conforman, como en 2008, con que la crisis no vaya más allá de las suspensiones y los despidos de los trabajadores eventuales. En la crisis de 2008-09, hubo una pérdida de 2 mil puestos de trabajo, un aumento de los ritmos de trabajo y la precarización laboral y un nuevo golpe a la industria autopartista.
Ni despidos ni suspensiones
Todo indica que estamos muy lejos de un hecho circunscripto. El sobrestock de Brasil es solo una manifestación de una nueva recesión mundial. Las suspensiones son una antesala de los despidos y del cierre de empresas. El levantamiento de plantas se encuentra facilitado en Argentina, en virtud de que la llamada ‘industria’ automotriz es una red de armadurías o ensambladoras.
Frente a esta situación planteamos la prohibición de suspensiones y despidos y el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario (incluidas las horas extras promedio). Las multinacionales automotrices son las más activas en la fuga de divisas al exterior -a sus casas matrices-, en lugar de sostener el empleo.
Una reflexión final
Esta crisis permite también ver cómo se compartan frente a ella los políticos: los que apoyan al gobierno "nacional y popular", la oposición de derecha y el centroizquierda. En el último párrafo de una "carta abierta" al electorado de Cristina Kirchner, que firma Jorge Altamira, se advierte: "Sin diputados obreros y de izquierda en el Congreso y un Frente de Izquierda en todo el país, la enorme crisis capitalista que se desarrolla en el mundo entero se llevará puestas las conquistas sociales más elementales de los trabajadores y la propia independencia nacional" (PO Nº 1.197).
Las suspensiones obedecerían a "un problema de sobrestock en Brasil". Renault exporta a Brasil el 70% de su producción y las ventas en el país vecino cayeron en setiembre casi un 5%.
Esta noticia confirma que después del 23 de octubre las suspensiones y despidos serán moneda corriente en la industria automotriz; los supervisores de Fiat actualizan diariamente la lista de despidos que deberán ejecutar a corto plazo.
Mutis oficial, burocracia títere
Ni la "amenaza" de Fiat de hace 15 días, ni la "situación aún no confirmada de Renault" merecieron una sola palabra de los gobiernos nacional, provincial o municipal. Nada. No se escuchó al "pesado" Moreno ni a quienes viven votando en la Legislatura provincial convenios particulares con las empresas que hoy suspenden -que consisten en el otorgamiento de subsidios y eximiciones impositivas a cambio de "puestos de trabajo".
Tampoco se oye a la oposición. En plena campaña electoral, los candidatos locales a diputados nacionales ni se refieren al tema -a excepción del Frente de Izquierda, cuyos materiales de agitación ‘queman’ dentro de la planta.
La burocracia del Smata salió a "calmar", asegurando que se pagarán los días de suspensión al 75% y que no cree "que la situación se agrave". A vista de todos y contando ellos mismos con información anticipada, los burócratas se conforman, como en 2008, con que la crisis no vaya más allá de las suspensiones y los despidos de los trabajadores eventuales. En la crisis de 2008-09, hubo una pérdida de 2 mil puestos de trabajo, un aumento de los ritmos de trabajo y la precarización laboral y un nuevo golpe a la industria autopartista.
Ni despidos ni suspensiones
Todo indica que estamos muy lejos de un hecho circunscripto. El sobrestock de Brasil es solo una manifestación de una nueva recesión mundial. Las suspensiones son una antesala de los despidos y del cierre de empresas. El levantamiento de plantas se encuentra facilitado en Argentina, en virtud de que la llamada ‘industria’ automotriz es una red de armadurías o ensambladoras.
Frente a esta situación planteamos la prohibición de suspensiones y despidos y el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario (incluidas las horas extras promedio). Las multinacionales automotrices son las más activas en la fuga de divisas al exterior -a sus casas matrices-, en lugar de sostener el empleo.
Una reflexión final
Esta crisis permite también ver cómo se compartan frente a ella los políticos: los que apoyan al gobierno "nacional y popular", la oposición de derecha y el centroizquierda. En el último párrafo de una "carta abierta" al electorado de Cristina Kirchner, que firma Jorge Altamira, se advierte: "Sin diputados obreros y de izquierda en el Congreso y un Frente de Izquierda en todo el país, la enorme crisis capitalista que se desarrolla en el mundo entero se llevará puestas las conquistas sociales más elementales de los trabajadores y la propia independencia nacional" (PO Nº 1.197).
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