Mientras exhiben las encuestas, los comentaristas políticos se refieren en estos días a "una elección sin sorpresas", e incluso a una "campaña aburrida". Se trata de un enfoque parcial, porque el resultado (cantado) de la elección presidencial ha dado paso a una fuerte puja por la de los diputados al Congreso de la Nación. Si consideramos que la reelección de CFK será simplemente una transición hacia una crisis mayúscula de conjunto, es claro que el realineamiento de fuerzas que hará frente a la nueva etapa partirá del lugar de cada partido en los resultados parlamentarios. No es casual que, en los últimos días, se haya reforzado la campaña oficial por un voto a lista completa por parte del oficialismo. Los sondeos dan a Cristina Kirchner ganadora por más del 50%, o sea con varios puntos por encima del 14 de agosto. Desde entonces, se ha desatado una fuga de capitales de 3.000 millones de dólares y la llegada de las primeras suspensiones fabriles. La acentuación de la crisis ha reforzado el voto al oficialismo, por la ausencia de alternativas en el terreno. Los spots presidenciales se atribuyen un papel de recuperación económica, basada en la explotación de una fuerza de trabajo barata, que hoy está en el ocaso. El gobierno K mira pasar la fuga de capitales y pone los últimos cartuchos en los dólares del Banco Central y de la Anses. Los K se dividen entre quienes propugnan un nuevo asalto a los fondos de los trabajadores (obras sociales) -o un bono forzado con los encajes de los bancos- y los que buscan postergarlo apelando a operaciones de deuda. En ambos casos, irá acompañado de un fuerte ajuste contra los intereses de los trabajadores.
Opositores
Los encuestadores coinciden en señalar que el frente de Hermes Binner podría desplazar a Alfonsín y a Duhalde del segundo lugar. Con seguridad, los números no se equivocan cuando delatan la debacle de estos últimos. El duhaldismo está en desbande y la UCR ya está preparando el recambio, mientras sus camarillas provinciales o municipales están siendo loteadas entre los K, el macrismo o De Narváez.
El avance de Binner es menor, sobre todo si se tiene en cuenta el esfuerzo colosal de las "corporaciones" mediáticas para instalarlo como el referente opositor. El “progresismo" de Binner fue desmentido por su campaña electoral, defensora de los intereses tóxicos de la soja y opuesta a cualquier reivindicación popular.
El Frente de Izquierda
El Frente de Izquierda no pudo ser soslayado de las encuestas, como ocurre habitualmente. Nos proyectan una intención de voto de entre el 2 ó 3%, aunque algunos encuestadores llegan a situar esa votación en el 4% -principalmente en los grandes distritos. La mayoría de las encuestas nos sitúan en un nivel similar o por arriba de Carrió, lo que el oficialista Tiempo Argentino califica de "sorpresa". Estos guarismos demuestran que conservamos el piso de las primarias y podríamos superarlo en los distritos. Los sondeos advierten acerca de un fuerte corte de boletas, lo que es lógico con la campaña por el voto al Congreso. En la provincia de Buenos Aires, donde alcanzaríamos una banca con una votación del 4-4,5%, las encuestas que citamos nos colocan en la pelea. El panorama es más arduo en la Capital, pero es aquí donde se registraría el más fuerte corte de boleta. En Salta, nuestro compañero Pablo López está superando el 10% de intención de voto en los sondeos, acompañado por un crecimiento de la intención de voto a presidente; tendríamos que remontar cinco puntos más. Estos sondeos no registran el impacto de los avisos ni la intensificación de la campaña, ni tampoco el impacto de la persecución contra Sobrero y sus compañeros de trabajo o la acción de las patotas contra los delegados de la Línea 60. En esta última semana, es necesario que transmitamos nuestro mensaje político -principalmente en las calles, en las puertas de las fábricas y facultades. La semana que viene tenemos la cita por el juicio y castigo a TODOS los culpables del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra.
El Frente de Izquierda llega al final de la campaña dando pelea por su "nuevo desafío": diputados de izquierda en el Congreso y una construcción política socialista y revolucionaria de la clase obrera en todo el país.
Opositores
Los encuestadores coinciden en señalar que el frente de Hermes Binner podría desplazar a Alfonsín y a Duhalde del segundo lugar. Con seguridad, los números no se equivocan cuando delatan la debacle de estos últimos. El duhaldismo está en desbande y la UCR ya está preparando el recambio, mientras sus camarillas provinciales o municipales están siendo loteadas entre los K, el macrismo o De Narváez.
El avance de Binner es menor, sobre todo si se tiene en cuenta el esfuerzo colosal de las "corporaciones" mediáticas para instalarlo como el referente opositor. El “progresismo" de Binner fue desmentido por su campaña electoral, defensora de los intereses tóxicos de la soja y opuesta a cualquier reivindicación popular.
El Frente de Izquierda
El Frente de Izquierda no pudo ser soslayado de las encuestas, como ocurre habitualmente. Nos proyectan una intención de voto de entre el 2 ó 3%, aunque algunos encuestadores llegan a situar esa votación en el 4% -principalmente en los grandes distritos. La mayoría de las encuestas nos sitúan en un nivel similar o por arriba de Carrió, lo que el oficialista Tiempo Argentino califica de "sorpresa". Estos guarismos demuestran que conservamos el piso de las primarias y podríamos superarlo en los distritos. Los sondeos advierten acerca de un fuerte corte de boletas, lo que es lógico con la campaña por el voto al Congreso. En la provincia de Buenos Aires, donde alcanzaríamos una banca con una votación del 4-4,5%, las encuestas que citamos nos colocan en la pelea. El panorama es más arduo en la Capital, pero es aquí donde se registraría el más fuerte corte de boleta. En Salta, nuestro compañero Pablo López está superando el 10% de intención de voto en los sondeos, acompañado por un crecimiento de la intención de voto a presidente; tendríamos que remontar cinco puntos más. Estos sondeos no registran el impacto de los avisos ni la intensificación de la campaña, ni tampoco el impacto de la persecución contra Sobrero y sus compañeros de trabajo o la acción de las patotas contra los delegados de la Línea 60. En esta última semana, es necesario que transmitamos nuestro mensaje político -principalmente en las calles, en las puertas de las fábricas y facultades. La semana que viene tenemos la cita por el juicio y castigo a TODOS los culpables del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra.
El Frente de Izquierda llega al final de la campaña dando pelea por su "nuevo desafío": diputados de izquierda en el Congreso y una construcción política socialista y revolucionaria de la clase obrera en todo el país.
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