lunes, 12 de diciembre de 2011

Sabbatella disuelve Nuevo Encuentro y se incorpora al FPV del Tarifazo

Ha pasado sólo un mes de las elecciones de octubre y el sabbatellismo ya se incorporó por completo al gobierno de CFK. Bajo el pretexto de la defensa del modelo y de la gran elección de Cristina, el abanderado del latiguillo de "criticar lo malo y apoyar lo bueno" abandona la premisa de tributar al kirchnerismo sin pasar por el viejo aparato del PJ y se incorpora, a través del FpV, al campo de los pejotistas de siempre.
De "progresista" a pejotista
En la extensa declaración de la Mesa Nacional de Nuevo Encuentro, sobre su integración al FPV (ver partidoencuentro.org.ar), el sabbatellismo ensalza el rol "transformador" de los K, sin hacer mención alguna a las acciones del gobierno luego de la elección plebiscitaria de octubre: sus ataques disciplinadores contra los trabajadores (como los de Aerolíneas Argentinas, el subte o Uatre) ni a la aplicación del tarifazo mal camuflado como salida de los subsidios. Nuevo Encuentro, que es la expresión política de los Yasky de la CTA, cierra filas "acríticamente" con quienes están nombrando a la privatista Gvirtz al frente de las escuelas bonaerenses y promueven al servicio de la dictadura Gerardo Martínez como cabeza del movimiento obrero, así como han votado a senador a Aníbal Fernández -protagonista, entre tantas porquerías, del armado de causas truchas contra los ferroviarios.
Un desbarranque, paso a paso
El sabbatellismo declara su ingreso al Frente para la Victoria conviviendo, directamente, con quienes en su momento declaraba necesario superar: los Scioli, Othacehé, los Gioja, los barones del Conurbano con los que, por otro lado, el gobierno de Cristina cada día cierra filas más estrechamente. Esta integración de Sabatella se vivió en la campaña, primero impugnando su presentación de listas a legisladores, después la presentación de listas a los sectores "renovadores" del PJ como Gutiérrez, Gray o Giustozzi. Luego se los llamó a silencio cuando osaron hacer alguna crítica de funcionarios de Scioli como el "bonaerense" Casal. Ya después de las internas, debieron bajar sus candidatos a intendente en Malvinas Argentinas y Vicente López, a favor de candidatos K fallidos y derechistas, como Vivona y el privatista y represor Japonés García, quien gobernó el distrito por 20 años -un verdadero Mubarak del conurbano. El clavo final en el ataúd de la variante K "crítica" fue su pobre performance electoral. No lograron ingresar en el Concejo Deliberante de La Matanza (gran apuesta del yaskismo) y retrocedieron tres bancas en Morón a expensas del FPV-PJ. Su disolución en el FPV le permitiría evitar un retroceso en el control parlamentario del distrito que dirigen desde 1999.
El progresismo del EDE-Nuevo Encuentro ha parido una nueva frustración. Otra variante centroizquierdista -como el Frepaso, el ARI o el Encuentro de Rosario- que declara su voluntad de superar el bipartidismo y sus vicios, por la vía de la "transparencia" o la "gestión", y es reventada por su sometimiento a los intereses patronales -los mismos que animan al PJ y la UCR. Sabbatella ya conformaba, desde hace tiempo, una pata de este gobierno, el cual se va derechizando cada día dedicado al rescate del capital en el contexto de la crisis capitalista mundial. A los compañeros honestos que puedan estar viviendo esto como una nueva frustración les insistimos -como ya lo habíamos planteado en la última campaña electoral en Morón y en la provincia de Buenos Aires- que la única alternativa independiente y progresista es la fuerza obrera y socialista que constituye el Frente de Izquierda.

Jimena Lettieri

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