Alfil de Otacehé en la seguridad del fútbol
Hasta hace poco Luis Morales era
responsable del Consejo de Seguridad Distrital en Merlo. Ahora asume el
nuevo organismo de seguridad en el fútbol -en reemplazo del Comité
Provincial de Seguridad Deportiva (Coprosede)-: la Agencia de Prevención
de Violencia en el Deporte (Aprevide), que dependerá de la Secretaría
de Deportes. Este organismo estará compuesto por un representante de la
AFA, uno de cada cámara legislativa, uno de la Policía y Morales.
Scioli intenta frenar la violencia en el
fútbol, que en este medio año ¡ya se llevó ocho vidas!; demuestra la
ineficacia del invento Coprosede y trata de sanar las heridas políticas
que le provoca la “inseguridad” en el fútbol.
La interna sciolismo-kirchnerismo se
está empezando a disputar a los barones del conurbano. Othacehé tiene
una tramposa habilidad para nunca quedar en offside: suele no
posicionarse ni de un lado, ni del otro. En las unidades básicas donde
decía: “Cristina-Scioli-Othacehé” agregaron, con otra letra,:
“Mariotto”. Scioli, con la designación de Morales, no hace más que
elegir diferentes carnadas para su anzuelo, alguna picará.
Morales tiene en su curriculum ser
abogado, hijo de un ex concejal, director del programa de capacitación y
formación de la Policía provincial y último jefe del Consejo de
Seguridad Distrital (cargo que ocupó Osvaldo Seisdedos en 2008, policía
exonerado por Solá y por Arslanián, denunciado por apremios ilegales por
su colaboración en la dictadura militar). Para solucionar la “seguridad”
en el fútbol, Morales tendrá que perseguir a los barrabravas, que
generan la violencia y los negociados, que tienen un carácter
mercenario, que se organizan como patotas para fines políticos o
sindicales, como en el caso de Mariano Ferreyra. El grave problema es
que Morales convive con -y avala desde hace años- esos métodos
othacehistas en Merlo.
Cristian Franco
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