jueves, 23 de agosto de 2012

La deuda de Scioli: una apuesta al Rodrigazo

Para fingida sorpresa del gobierno de Scioli, la suscripción de bonos lanzada para recaudar 50 millones de dólares cuadruplicó su objetivo inicial: obtuvo 200 millones. La operación, contemporánea a la caída de la Ministra de Educación y a la subida de la superajustadora Nora De Lucía, fue interpretada como un oxígeno a la cascoteada administración del pretendiente presidencial para 2015.
Pero el “alivio” a los padecimientos de los bonaerenses, quienes no saben si cobrarán el aguinaldo en diciembre, tiene un costo que parece transformar al remedio en algo peor que la enfermedad. Los bonos fueron suscriptos en dólares a un año y con una tasa de interés del 9%. O sea que, al cabo de un año, la provincia pagará esa tasa sobre el importe que resulte del cambio oficial a esa fecha. Ahora bien, el dólar a futuro a un año de plazo cotizó, el día de la suscripción de los bonos, a $5,63. Si a ese valor se le aplica la tasa del 9%, los que pusieron el dinero ahora para la compra de este bono obtendrían un dólar equivalente de $6,25.
Medidos en pesos, los más de 900 millones pagarán una tasa del 32,5%, si el dólar evoluciona al ritmo que hoy prevé el mercado de futuros. Eso explica la avalancha de suscriptores. En medio de las restricciones a la compra de dólares, el Bono Scioli abrió un jugoso filón especulativo.
Ninguna provincia puede pagar semejante tasa, menos aún para gastos corrientes -como son los que necesita la administración de Scioli. Tengamos en cuenta que la recaudación de la provincia aumentó un 20% en junio y un 25% en julio respecto del año anterior, después del impuestazo de mayo -en ambos casos por debajo de la inflación y muy por debajo de la tasa potencial del nuevo crédito.
La única vía para licuar semejante deuda es un salto inflacionario de características drásticas, que aumente la recaudación y permita afrontar los intereses y el capital del endeudamiento. Claro está que esto sucederá junto a una evolución muy inferior de los salarios de los estatales de la provincia.
De la crisis del aguinaldo, Scioli salió con un crédito de la Anses y otra suscripción de deuda con respaldo de coparticipación federal. Antes de ello, emitió bonos forzozos a distintos acreedores -entre ellos, 400 millones de pesos a los proveedores de comedores escolares. Toda esta deuda se suma a los 14 mil millones de dólares que la provincia debía al momento de la aprobación del actual presupuesto, que hoy tiene un agujero creciente por la caída de la recaudación en términos reales.
El ajuste contra los docentes, el segundo impuestazo del año en ingresos brutos previsto para fin de año, la paralización de obras de salud, el corte de subsidios a la educación privada (el cual deriva en aumentos de cuotas), los bonos a proveedores de comedores escolares son algunas de las consecuencias de la “salida” que ensaya Scioli mediante el endeudamiento.
El enfrentamiento Cristina-Scioli tiene como telón de fondo esta crisis fiscal formidable, que no resolverá ni la más completa subordinación del gobernador al ajuste K. Se acrecienta una disyuntiva de fondo, la cual supera por completo los términos de la falsa polarización Mariotto-Scioli: si la crisis la pagan los capitalistas o los trabajadores. Desde esa perspectiva, planteamos la lucha de los trabajadores y su fusión con la izquierda revolucionaria como alternativa política de los explotados.

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