La
Legislatura bonaerense aprobó una ley que crea comités mixtos de
seguridad e higiene en las empresas, al estilo de la que ya está vigente
en Santa Fe. Estos comités no tienen capacidad de veto obrero, puesto
que son paritarios con la patronal, pero las decisiones de inversiones o
cambios de condiciones laborales deben pasar por su aprobación en caso
de que estén constituidos.
El congreso de la UIA de la provincia de
Buenos Aires, realizado en La Matanza, salió con los tapones de punta
para neutralizar dicha norma. Scioli tiene dificultades para vetar lo
que ya aprobaron sus propios legisladores, pero le ha hecho una promesa a
Osvaldo Rial, el presidente de la UIA provincial, que lo pinta de
cuerpo de entero.
A través de Cuartango, su ministro de
Trabajo, Scioli le habilitó a la UIA que redacte un borrador de
reglamentación de la ley. Ni lerdos ni perezozos, los industriales
enviaron un proyecto que dispone que los comités mixtos se conformarán
en las paritarias de cada gremio. Esto significa que no se constituirán
nunca o sólo lo harán como comités conjuntos de la patronal y la
burocracia central de cada gremio -lo que es lo mismo que nada. En
varios gremios ya hay comisiones paritarias permanentes conjuntas, las
que jamás se reúnen ni resuelven nada.
Recordemos que los comités mixtos
figuraron en el proyecto inicial de reforma de la ley de ART que Tomada
envió al Congreso. La disposición fue eliminada en la redacción final,
por presión de todas las cámaras empresarias.
El gobierno sciolista tiene ahora la
pelota en su campo. Puede que tome la reglamentación de la UIA o que
directamente no reglamente la norma y deje la ley en el freezer.
Este movimiento febril de los
empresarios en la provincia, para conjurar toda injerencia obrera en las
condiciones de trabajo, se da en paralelo a otro movimiento de la UIA
nacional respecto de la reciente ley de ART. Quieren que los aumentos en
las alícuotas de las ART no se apliquen al menos por un año, hasta que
se pruebe la caída de la “litigiosidad” como resultado de la nueva
norma.
O sea que pretenden todo: la eliminación
de la doble vía y que no aumente el 20% en las indemnizaciones que
prevé la ley. El kirchnerismo y Scioli son vehículos de las patronales
contra la salud y la seguridad obreras.
El rechazo al régimen de las ART -y su
agravamiento por la nueva ley- tiene que ser parte del debate y del
programa de todo el movimiento obrero. Al mismo tiempo, hay que proponer
comités obreros de seguridad e higiene, por fábrica, electos por la
asamblea de trabajadores, que tengan estabilidad gremial y poder de
veto, para poder arrancar a la patronal las inversiones y métodos de
seguridad industrial que preserven la salud y la vida de los
trabajadores.
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