¿En qué
Merlo vivis Othacehé?
La
redacción de Merlo GBA, voceros oficiales del municipio, ha lanzado un ataque a
toda la docencia de Merlo en el marco de la lucha que están llevando adelante en
defensa del salario y la educación pública.
Según
los escribas del intendente el no inicio del ciclo lectivo “se debe pura y
exclusivamente al paro decretado por las organizaciones gremiales docentes a
raíz del conflicto salarial” y que “de no ser por la huelga, toda la estructura
del sistema educativo de Merlo (…) estuvieron en condiciones de dar inicio al
ciclo lectivo 2013”.
Falso.
En
primer lugar lo único que fue “decretado” fue el cierre de la paritaria
nacional por parte de Cristina Kirchner (un miserable 22% en tres cuotas). El
paro docente es la expresión consciente de todos los trabajadores de la
educación en defensa, entre otras cosas, del salario. La lucha por salario es
asimismo la defensa de la calidad educativa resentida debido a que, con un
inicial de $ 2.900, se ven obligados a trabajar dos o tres cargos.
Othacehé ataca el legítimo reclamo salarial docente al
caracterizarlo como “voracidad por la obtención de sus propios sueldos” pero la
única voracidad es la estatal que exfolia el salario por la vía del impuesto a
las ganancias y el no pago de asignaciones familiares. Contradictoriamente, el
artículo señala no querer definirse sobre la “justicia o injusticia que
conlleva el actual conflicto salarial docente” pero no definirse frente a esta
enorme lucha es estar en contra de ella. El ataque al salario docente por parte
del Intendente es congruente con su política salarial: mantiene a los
trabajadores municipales con paupérrimos $1.200.
En
segundo lugar el déficit de infraestructura escolar en Merlo es enorme. Según
informa el Suteba, los niños que, en Merlo, se quedaron sin matricula para el
jardín supera a los efectivamente matriculados. Negar esta realidad tiene dos
consecuencias: por un lado se alimenta el negocio de la educación privada, por
el otro, para aquellos padres que no pueden costear un jardín privado, queda la
alternativa de los CDI (Centros de desarrollo infantil) que no son más que
depósitos de niños, sin propuesta pedagógica, sostenidos por el municipio a
partir de la más terrible precarización laboral.
Los
relevamientos en las escuelas dan cuenta de una interminable lista de déficit:
baños destruidos, o con letrinas del siglo XIX, pozos llenos que no se
desagotan, aulas improvisadas en patios, escenarios o comedores, goteras, enormes
déficit en las instalaciones de gas y electricidad, falta de mesas, sillas,
tubos de luz, vidrios, estufas. Ausencia de desinfección y desratización,
insuficiente cantidad y calidad de los alimentos para los comedores escolares,
son algunas de las tantas falencias señaladas por padres y docentes.
El Consejo Escolar sabe perfectamente los enormes problemas de
infraestructura, porque ante cualquier pedido de solución la respuesta es,
indefectiblemente: “no hay presupuesto”. Es lo mismo que dice Scioli para negar
un aumento salarial. Mientras mantienen las exenciones impositivas a los
capitalista “amigos”, los subsidios a los vaciadores del transporte y la
energía, y el pago de deuda a los usureros nacionales e internacionales.
La lucha de los docentes es en defensa de la educación pública,
del salario docente, de los edificios escolares, de los comedores para los
chicos, al igual que del salario de los auxiliares. Que la educación no sea la
variable de ajuste del derrumbe del “modelo” kirchnerista. La triplicación del
presupuesto educativo es parte integral del programa de nuestros docentes y
estudiantes dentro de sus organizaciones y del programa del Partido Obrero y el
Frente de Izquierda.
PARTIDO
OBRERO (MERLO)
en
el FRENTE DE IZQUIERDA
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