En la recta final de las presentaciones de listas para las elecciones de la CTA, Yasky y De Genaro han salido a la búsqueda desesperada de padrinazgos políticos. Yasky ha encontrado apoyo en Sabatella, el ex intendente de Morón, así como en otros intendentes del kirchnerismo.
En un caso sin precedentes, ha salido a apoyarlo Hugo Moyano, el principal opositor a la formación de sindicatos como el que se organizó en el Subte, pero un aliado a la hora de salir a buscar la perpetuación de los K en 2011. También lo apoya el Ministerio de Trabajo, lo que no es poco en una elección que va a estar surcada por fraudes y denuncias de fraude.
De Genanro ha solicitado el apoyo de Solanas y coquetea con el apoyo, que no podría ser ostensible, de sectores de la oposición (radicales, del PJ disidente y de la Federación Agraria), fundamentalmente en la provincia de Buenos Aires. El padrón de la CTA está desmedidamente inflado, pues registra 1.400.000 afiliados, incluso cuando se están produciendo desafiliaciones en ATE y en Ctera.
Como hemos venido anunciando en Prensa Obrera, Yasky es el “caballo del comisario”. Un sector de las direcciones regionales teme que les arrebaten sus distritos, por lo que ha decidido enfrentarlo con listas locales. Esto es una evidencia de la desintegración del bloque de De Gennaro. En las elecciones de Ctera, que tendrán lugar antes de las de la CTA, la fracción de De Gennaro no presenta lista contra el oficialismo de Yasky. Reunidos todos estos factores, es claro que la oposición a Yasky en la CTA marcha desbandada. Un sector de la izquierda (PCR-MST) pide pista con De Gennaro en negociaciones de toma y daca de posiciones. Ninguno de estos grupos renuncian, por supuesto, a seguir usando la etiqueta de ‘clasistas’
Nuestra política
Las elecciones de la CTA son un episodio de una crisis que irá creciendo a medida que salten todas las contradicciones de la integración a Moyano y al Estado. Los Yasky han atado su destino a los K y De Gennaro, a la oposición patronal. Una participación clasista en las elecciones debe advertir a los afiliados sobre esta situación y denunciar la integración de la CTA al Estado y a las patronales. Debe dominar la denuncia de esta perspectiva y los métodos para derrotarla y expulsar a la burocracia. Esta tarea no es tenida en cuenta por aquellos cuya mira exclusiva es conservar como sea sus posiciones regionales. La tutela de los K sobre la CTA ha alcanzado un nivel político que supera a lo que ocurre en la CGT. Mientras tanto, De Gennaro oculta la crisis política de la CTA con frases vacías del tipo que las elecciones “son un fenómeno de democracia de los trabajadores”.
Nuestra campaña es enfrentar el copamiento de la CTA por parte del Estado, por lo que nuestro eje es la independencia política de la CTA y la incompatibilidad de la burocracia con esa independencia. Convocamos al activismo a defender este planteo, única forma de organizar una alternativa políticamente sólida. Abajo la integración al Estado, por un congreso de bases para quebrar la estatización de los sindicatos.
Hemos agrupado más de mil candidatos para las elecciones de la CTA entre Tribuna Docente, Tribuna Estatal, la lista Naranja de docentes universitarios, la Lista Naranja de Prensa, la Agrupación La Pista de Aeronáuticos, además de trabajadores azucareros, de Ucra, judiciales y centenares de trabajadores independientes, conformando de esta manera una lista nacional con representación en doce provincias, además de veinte listas seccionales en la provincia de Buenos Aires y diez listas seccionales en el interior.
Vamos con la Lista 3.
En un caso sin precedentes, ha salido a apoyarlo Hugo Moyano, el principal opositor a la formación de sindicatos como el que se organizó en el Subte, pero un aliado a la hora de salir a buscar la perpetuación de los K en 2011. También lo apoya el Ministerio de Trabajo, lo que no es poco en una elección que va a estar surcada por fraudes y denuncias de fraude.
De Genanro ha solicitado el apoyo de Solanas y coquetea con el apoyo, que no podría ser ostensible, de sectores de la oposición (radicales, del PJ disidente y de la Federación Agraria), fundamentalmente en la provincia de Buenos Aires. El padrón de la CTA está desmedidamente inflado, pues registra 1.400.000 afiliados, incluso cuando se están produciendo desafiliaciones en ATE y en Ctera.
Como hemos venido anunciando en Prensa Obrera, Yasky es el “caballo del comisario”. Un sector de las direcciones regionales teme que les arrebaten sus distritos, por lo que ha decidido enfrentarlo con listas locales. Esto es una evidencia de la desintegración del bloque de De Gennaro. En las elecciones de Ctera, que tendrán lugar antes de las de la CTA, la fracción de De Gennaro no presenta lista contra el oficialismo de Yasky. Reunidos todos estos factores, es claro que la oposición a Yasky en la CTA marcha desbandada. Un sector de la izquierda (PCR-MST) pide pista con De Gennaro en negociaciones de toma y daca de posiciones. Ninguno de estos grupos renuncian, por supuesto, a seguir usando la etiqueta de ‘clasistas’
Nuestra política
Las elecciones de la CTA son un episodio de una crisis que irá creciendo a medida que salten todas las contradicciones de la integración a Moyano y al Estado. Los Yasky han atado su destino a los K y De Gennaro, a la oposición patronal. Una participación clasista en las elecciones debe advertir a los afiliados sobre esta situación y denunciar la integración de la CTA al Estado y a las patronales. Debe dominar la denuncia de esta perspectiva y los métodos para derrotarla y expulsar a la burocracia. Esta tarea no es tenida en cuenta por aquellos cuya mira exclusiva es conservar como sea sus posiciones regionales. La tutela de los K sobre la CTA ha alcanzado un nivel político que supera a lo que ocurre en la CGT. Mientras tanto, De Gennaro oculta la crisis política de la CTA con frases vacías del tipo que las elecciones “son un fenómeno de democracia de los trabajadores”.
Nuestra campaña es enfrentar el copamiento de la CTA por parte del Estado, por lo que nuestro eje es la independencia política de la CTA y la incompatibilidad de la burocracia con esa independencia. Convocamos al activismo a defender este planteo, única forma de organizar una alternativa políticamente sólida. Abajo la integración al Estado, por un congreso de bases para quebrar la estatización de los sindicatos.
Hemos agrupado más de mil candidatos para las elecciones de la CTA entre Tribuna Docente, Tribuna Estatal, la lista Naranja de docentes universitarios, la Lista Naranja de Prensa, la Agrupación La Pista de Aeronáuticos, además de trabajadores azucareros, de Ucra, judiciales y centenares de trabajadores independientes, conformando de esta manera una lista nacional con representación en doce provincias, además de veinte listas seccionales en la provincia de Buenos Aires y diez listas seccionales en el interior.
Vamos con la Lista 3.
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