El Partido Obrero cierra el año librando batallas fundamentales.
Desde el 20 de octubre pasado, todas las energías de nuestra organización están concentradas en la lucha por llevar a la cárcel a Pedraza y a todos los responsables políticos y materiales del asesinato de nuestro compañero Mariano y del ataque de la patota sindical contra los tercerizados despedidos del Roca, contra el Partido Obrero y contra otras organizaciones que luchaban contra la superexplotación en el ferrocarril -el ataque que casi le cuesta la vida a Elsa Rodríguez, a Nelson Aguirre, a Ariel Pintos y a los demás compañeros que estuvieron allí presentes.
Es una lucha que concentra aspiraciones políticas y sociales esenciales de los explotados.
En primer lugar, la lucha por acabar con la mafia podrida y patronal que controla las organizaciones obreras a punta de pistola para someter a la clase obrera al capital y a sus gobiernos; al "pacto social", al retroceso salarial y a la precariedad laboral. Es una burocracia entrelazada con los negocios capitalistas, ya que está asociada a las patronales y a los funcionarios del Estado en la explotación de los obreros, como lo revela su participación en los negociados de la Ugofe.
El Partido Obrero está empeñado en expulsar a esos burócratas para recuperar los sindicatos y convertirlos en escuelas de socialismo, de unidad y de solidaridad de clase.
En segundo lugar, la gigantesca respuesta obrera y juvenil al crimen de Mariano sacó a la superficie el régimen de la "tercerización", el corazón del "modelo productivo" de los K, que abarca a una proporción enorme de la clase trabajadora. En el petróleo, en la siderurgia, en las telefónicas, en las empresas de electricidad, en todas las ramas de la industria, el 50% de los trabajadores en cada caso se encuentra contratado bajo esta modalidad, cobrando menos de la mitad de lo que cobra un trabajador de planta permanente, con contratos a término o por agencia. El Partido Obrero está al frente de la lucha por desbaratar este régimen de superexplotación y fraude laboral permanente que Paolo Rocca, del grupo Techint, definió como "esencial" para el desenvolvimiento de los negocios capitalistas en el país.
En tercer lugar, la emboscada de Barracas no hubiera sido posible sin el concurso de la policía, que apoyó a los patoteros y liberó la zona. Las fuerzas de seguridad del Estado son definitivamente incompatibles con la vida y el desarrollo de la juventud y los trabajadores. El aparato represivo es el gran articulador de la "industria" del delito: del robo, del narcotráfico, de la trata de personas, del contrabando, del espionaje... y de los crímenes de la burocracia sindical. El Partido Obrero batalla -bajo las banderas de la cárcel a Pedraza y a todos los responsables- por desbaratar el podrido aparato policial del "gatillo fácil", verdadero gendarme de la inseguridad ciudadana.
El Partido Obrero ha concentrado sus esfuerzos en esta lucha, desarrollando la movilización y la agitación sistemáticas en torno a todos estos problemas -mientras que la oposición patronal a los K se refugió debajo de la cama.
Ahora, el Partido Obrero lanza una colecta financiera para reforzar esta lucha y desarrollar más y nuevos medios de agitación y organización para llevar estos planteos a la victoria, para construir una alternativa obrera y socialista definitiva a este régimen en abierta descomposición.
Compañera, compañero: desde el PO, te llamamos a que te sumes con tu aporte solidario a esta campaña.
Desde el 20 de octubre pasado, todas las energías de nuestra organización están concentradas en la lucha por llevar a la cárcel a Pedraza y a todos los responsables políticos y materiales del asesinato de nuestro compañero Mariano y del ataque de la patota sindical contra los tercerizados despedidos del Roca, contra el Partido Obrero y contra otras organizaciones que luchaban contra la superexplotación en el ferrocarril -el ataque que casi le cuesta la vida a Elsa Rodríguez, a Nelson Aguirre, a Ariel Pintos y a los demás compañeros que estuvieron allí presentes.
Es una lucha que concentra aspiraciones políticas y sociales esenciales de los explotados.
En primer lugar, la lucha por acabar con la mafia podrida y patronal que controla las organizaciones obreras a punta de pistola para someter a la clase obrera al capital y a sus gobiernos; al "pacto social", al retroceso salarial y a la precariedad laboral. Es una burocracia entrelazada con los negocios capitalistas, ya que está asociada a las patronales y a los funcionarios del Estado en la explotación de los obreros, como lo revela su participación en los negociados de la Ugofe.
El Partido Obrero está empeñado en expulsar a esos burócratas para recuperar los sindicatos y convertirlos en escuelas de socialismo, de unidad y de solidaridad de clase.
En segundo lugar, la gigantesca respuesta obrera y juvenil al crimen de Mariano sacó a la superficie el régimen de la "tercerización", el corazón del "modelo productivo" de los K, que abarca a una proporción enorme de la clase trabajadora. En el petróleo, en la siderurgia, en las telefónicas, en las empresas de electricidad, en todas las ramas de la industria, el 50% de los trabajadores en cada caso se encuentra contratado bajo esta modalidad, cobrando menos de la mitad de lo que cobra un trabajador de planta permanente, con contratos a término o por agencia. El Partido Obrero está al frente de la lucha por desbaratar este régimen de superexplotación y fraude laboral permanente que Paolo Rocca, del grupo Techint, definió como "esencial" para el desenvolvimiento de los negocios capitalistas en el país.
En tercer lugar, la emboscada de Barracas no hubiera sido posible sin el concurso de la policía, que apoyó a los patoteros y liberó la zona. Las fuerzas de seguridad del Estado son definitivamente incompatibles con la vida y el desarrollo de la juventud y los trabajadores. El aparato represivo es el gran articulador de la "industria" del delito: del robo, del narcotráfico, de la trata de personas, del contrabando, del espionaje... y de los crímenes de la burocracia sindical. El Partido Obrero batalla -bajo las banderas de la cárcel a Pedraza y a todos los responsables- por desbaratar el podrido aparato policial del "gatillo fácil", verdadero gendarme de la inseguridad ciudadana.
El Partido Obrero ha concentrado sus esfuerzos en esta lucha, desarrollando la movilización y la agitación sistemáticas en torno a todos estos problemas -mientras que la oposición patronal a los K se refugió debajo de la cama.
Ahora, el Partido Obrero lanza una colecta financiera para reforzar esta lucha y desarrollar más y nuevos medios de agitación y organización para llevar estos planteos a la victoria, para construir una alternativa obrera y socialista definitiva a este régimen en abierta descomposición.
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